A pesar de la reciente separación de su marido, la alegría reinaba en la casa de Stacy Flowers Parker. Faltaban apenas dos días para Navidad y sus hijas, Mackenzie, de 8 años, y Haylee, de 5, esperaban ilusionadas la llegada de Santa Claus.

Las luces y adornos engalanaban el hogar, pero pronto todo se tiñó de sangre inocente en un homicidio que hasta hoy pena en la ciudad de Tucson, Arizona, en Estados Unidos.

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El 23 de diciembre de 2015 quedó para siempre en la historia oscura de la ciudad, cuando el padre de las pequeñas, Levi Parker de 37 años, decidió asesinarlas sin misericordia y de manera aberrante en medio de la disputa por la custodia con su ex mujer y a sólo horas de Nochebuena.

Ese día Mackenzie y Haylee visitaban a su padre, quien era trabajador de una empresa de tecnología militar y fabricación de armas y oficial retirado de la guardia nacional, como parte del acuerdo extra judicial. Era miércoles. Poco antes de disparar en contra de las niñas Levi llamó a su esposa, de quien se había separado no hace mucho, y le advirtió: “Aprovecha la última oportunidad que tendrás de hablar con tus hijas”.

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La amenaza se haría real. Asustada, Stacy llamó a la policía, que hizo la visita correspondiente. Llegaron a la casa de Parker y trataron de comunicarse con él sin éxito, escuchaban al hombre dentro de la casa, a las niñas, pero no tuvieron respuesta, nadie abrió la puerta ni dijo una palabra. 5 minutos después se oyeron los 3 disparos.

Mackenzie murió de manera inmediata en el lugar, mientras que Haylee fue trasladada al hospital pero no pudo resistir. El padre se disparó para quitarse la vida, pero sólo falleció el día de Navidad. El 25 de diciembre, el padre asesino de Tucson dejó el mundo al que impactó por su egoísmo y crueldad.

Las muestras de dolor y condolencias para la desamparada y destrozada madre no se hicieron esperar. Las vigilias en honor a las pequeñas dieron un pequeño descanso a Stacy, para quien la Navidad que tanto amaban sus hijas nunca será igual.

Poco antes, el asesino había subido la tierna carta que la mayor de las hermanitas había enviado al Viejito Pascuero, que no pudo entregárselos en vida, a causa de su padre, un conmemorado militar de 16 años de servicio, incluyendo dos expediciones en la guerra de Irak, consignó Daily Mail.

“No hay palabras para describir el dolor y la desesperación que ha causado este terrible incidente a mi familia. A medida que intentamos avanzar durante este tiempo muy difícil, quiero agradecer a nuestros amigos, seres queridos y extraños por su amor y apoyo. La bondad y generosidad de la comunidad de Tucson nos ha dado fuerzas durante nuestra hora más desoladora, y por esto estoy eternamente agradecida. Gracias por mantenernos en sus pensamientos y oraciones”, escribió Stacy en su cuenta de Facebook el 7 de enero de 2016 para demostrar su agradecimiento a la gente.