La felicidad de dos padres que esperaban a sus gemelas se vio empañada luego de que el doctor les informara que una de las pequeñitas estaba teniendo varias anormalidades durante el embarazo. Debido a la gravedad del problema los médicos les dijeron que la única solución que tenían era abortar a la bebé enferma para así salvar a la hija más sana.

Los británicos no tuvieron alternativa y debieron aceptar el desgarrador sacrificio, optando con mucho dolor por abortar a la bebé que nombraron Patsy.

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Un tiempo después y con 24 semanas, Katie dio a luz de forma prematura a Tilly, pero a pesar de todos los intentos por mejorar su salud, de igual forma, nació con problemas, por lo que fue llevada inmediatamente a cuidados intensivos.

“Apenas di a luz los médicos me la quitaron de inmediato, ni siquiera tuve la oportunidad de verla. Tuve sentimientos encontrados porque lo único en que podía pensar era que ya había perdido a un hijo, no quería perder a otro“, dijo al diario británico Mirror.

“La primera vez que pude tocarla y hacerle cariño fue mientras ella estaba en la incubadora, pero de repente empezó a ahogarse y llegaron los doctores para resucitarla. Unas semanas más tarde sus pulmones colapsaron, sabía que en cualquier momento las cosas se podían poner dramáticas”, añadió.

No fue hasta la fecha de navidad que le llegó uno de los regalos más lindos de todos: su pequeña Tilly ya estaba mucho mejor y más estable. “El momento que estuve esperando por tantos tiempo finalmente está aquí“, señaló.

Katie Davenport | Facebook
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Cabe señalar, que hoy en día Tilly es una sana y feliz bebé que ya está próxima a cumplir su primer año de vida. “Ella es definitivamente nuestro pequeño milagro“, finalizó.