Marly Aponte es la guapa polola de Amaro Gómez-Pablos que, como casi la mayoría de las personas, posee redes sociales, entre ellas Twitter e Instagram.
Sin embargo, la venezolana se cansó de recibir malos comentarios y decidió cerró la red social del pajarito y borró todas las fotografías de Instagram.
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En una de sus últimas imágenes compartida por ella, aparecía abrazada junto al periodista y a pesar de que le llegaron buenos comentarios, hubo otros que no lo fueron tanto y tal como ella señala, la trataron de “negra hedionda, roba maridos, destruye matrimonios”.
Pero eso no es todo, ya que también cuestionaron que cómo subía una fotografía así, en medio de la polémica entre el exrostro de TVN y su exesposa Amaya Forch.
“El tema de las fotografías que subo en traje de baño no es por narcisismo, ni por exhibirme, no lo hago por llamar la atención, ni para picar a nadie, me gusta la fotografía. Que suba una foto en medio de lo que está viviendo él, no quiere decir que mi vida gire en torno de Amaro. Lo apoyo como pareja, lo entiendo, le doy mi punto de vista, las cosas que hace mal también las digo, pero que yo suba una foto y digan que soy prostituta me suena algo inapropiado”, señaló en una entrevista con LUN.
Pero eso no es todo, ya que Marly comenta también lo difícil que ha sido este tiempo como pareja de un rostro conocido, ya que “muchos dicen también que estoy con Amaro por la plata. ¿Cuál plata? Amaro es una persona normal, ambos somos trabajadores. No voy a decir que soy la última Coca Cola del desierto, pero soy una mujer extranjera y guapa y podría estar con cualquiera: esto se trata de amor. Yo no me doy lujos con Amaro, tenemos una vida normal, sobria. Ni siquiera tengo auto”, explica.
Además es clara en señalar que siente un bullying hacia ella, “obvio que me afectan los comentarios. Cuando empezó todo esto con Amaro quizás uno no podía hablar mucho y hay cosas que uno se calla, entonces la gente empieza a opinar. Hasta cuándo atan mi vida a Amaro. Mira, tengo opinión política distinta de Amaro, tengo mi punto de vista y una opinión diferente, no quiero ser la polola de. Yo le digo a él: ‘Mi vida no gira en torno a ti, tú me encantas y eres parte de mi vida, pero yo soy una persona independiente’. Las mujeres son las que opinan más mal”.
Marly indica también que lo que más le llama la atención es lo “ruda” que pueden llegar a ser las mujeres, “eso me hace más ruido porque nos quejamos de la violencia de género y a veces somos las mismas mujeres las que nos violentamos unas a otras. Eso me afecta, como si todas fuéramos santas y castas, como si nadie hubiera mirado para el lado alguna vez” y agrega “no les estoy pidiendo que me digan que lo hice bien, ni que me aplaudan, simplemente que no opinen. Yo entiendo que lo que hicimos nosotros no está bien. Sean por las razones que fueran, lo ideal hubiera sido que las cosas no llegaran a esta instancia en las que obviamente todo quedó como una infidelidad”.
Al finalizar, la morena se sincera contando “nosotros la embarramos, estuvimos mal, pero eso no da pie para que tilden a una persona de prostituta. Yo no ando por la vida así: simplemente me enamoré de él, él se enamoró de mí y estamos juntos. Llevamos dos años y medio de relación, y un año viviendo juntos”.