Dannielle Branch (30) de Inglaterra vivió una de sus peores festividades, y es que la mujer fue víctima de un grave accidente en la fecha de año nuevo, que le dejó un 85% de su cuerpo con quemaduras de tercer grado.
Según consigna The Sun, a pesar del mal momento que vivió Branch, ella asegura que ahora está feliz de que haya ocurrido, ya que después del trágico incidente vivido recuperó su fe en la humanidad.
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Todo comenzó un año nuevo cuando su familia estaba acampando en su casa rodante, de repente la joven comenzó a sentir un fuerte olor a gas y aunque en un principio se durmió, más tarde despertó con todo su cuerpo en llamas. Desesperada fue a despertar a su padrasto, quien al verla abrió rápidamente la puerta del lugar. Ella, su madre y su padrastro entre la agonía y las llamas lograron arrastrarse y escapar antes de que todo terminara con una explosión.

Todos fueron llevados al hospital, donde rápidamente los trataron, eso sí, para salvar la vida de Danielle, los paramédicos hicieron que cayera en un coma inducido.
Las llamas dejaron marcas en todo su cuerpo y cara. “La primera vez que vi mi rostro estaba horrorrizada, no me di cuenta la gravedad de las quemaduras, yo pensaba que las cicatrices podían desaparecer, fue peor de lo que había imaginado”, comentó al diario británico.
Pero además, la joven destacó el lado positivo tras el accidente, y es que su actitud comenzó a cambiar completamente, ya que la joven decidió unirse a la fundación de Katie Piper, una sobreviviente de una quemadura con ácido.

“Volvió mi fe hacia la humanidad. Antes del incendio, solía utilizar mi apariencia para lograr lo que quería. Ahora me di cuenta que lo que vale realmente es lo de adentro. Me di cuenta que debía estar agradecida porque estoy viva, tengo todos mis dedos y mis pies. Agradezco ser una buena persona”, finalizó.