La bloguera y actriz inglesa Cassie Powney siempre destacó por su piel radiante y tersa. Es por esto que cuando sus mejillas comenzaron a enrojecerse y a llenarse de acné, se preocupó. Pero en vez de ceder con cremas y jabones especiales, el tema siguió empeorando.
Llegó aconsejada hasta una dermatóloga top, “quien me prescribió crema para el acné y me dijo que simplificara mi rutina de cuidado de la piel. Fue un gran consejo y funcionó por un tiempo, pero semanas después volvió a surgir (el acné), porque la raíz seguía ahí, burbujeando bajo la superficie”, declaró a la revista femenina Cosmopolitan.
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Hasta que un día, la también editora de belleza de Cosmopolitan UK leyó un artículo sobre los lácteos y cómo su intolerancia puede provocar problemas respiratorios y cutáneos. De pronto, se le iluminó la mente: recordó que desde hacía un año que se había vuelto fanática de los cafés con leche. Desde entonces que bebía uno grande cada mañana.
Además, de espinillas, tenía problemas de audición cada mañana y sentía que estaba siempre resfriada. Así que Cassie cortó los lácteos del todo y reemplazó la leche de vaca de su café por leche de soya. Su piel mejoró visiblemente e incluso, empezó a lucir mejor que antes.

El médico Terry Loong le explicó que “nuestro estómago contribuye al 70% de nuestro sistema inmunológico, y cuando se ve comprometido, una gran cantidad de síntomas se presentan, incluyendo acné, rash cutáneo y hasta problemas respiratorios”. Las leches de soya y almendras son una buena alternativa, mientras la persona no sea alérgica a estos ingredientes.



