Son muchas las mujeres que se convierten en madres a corta edad y con su carrera profesional o universitaria recién comenzando. Y si bien muchos creen que la responsabilidad que conlleva tener un bebé podría “joderles la vida”, una joven madre tiene una visión muy diferente y decidió compartirla en una carta que se volvió viral.

Se trata de la inspiradora historia de Lexi Behrndt, recogida por Cosmopolitan y traducida por Página 7. Esta comenta que cuando tenía 20 “tenía grandes planes”: acababa de salir de la universidad un par de meses adelantada y ya había conseguido su primer “trabajo de niña grande”.

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Pero aunque escogió cuidadosamente su ropa y cabello para su entrada al mundo laboral, se pasó todo el día con náuseas y con la cabeza apoyada contra el WC. “No tenía resaca, estaba embarazada”, explicó. Se enteró un par de horas más tarde, cuando decidió ir a comprar un test de embarazo a la farmacia más cercana.

Cosmopolitan
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“Me quedé mirando silenciosamente, con un poco de felicidad y con un poco de miedo, las dos lineas rosadas que aparecieron en mi test en un cubículo del baño”, relató. Fue así como “tuve mi primer hijo dos meses después de mi cumpleaños número 21. Tuve mi segundo hijo a la edad de 22. ¿Fui tonta? Un poco”, explica.

“¿Me arrepiento de las decisiones que me llevaron a tener hijos en mi vida? En absoluto. Ser una madre joven ha transformado mi vida de la manera más dulce. Tiene desafíos, pero también muchas ventajas”, detalla Lexi. “Me volví madre a los 21. No arruinó la vida, sólo le dio otra forma”, explica.

Te invitamos a revisar las 9 ventajas de ser una madre joven según esta columnista:

1.- Crecemos rápidamente
No tenemos hijos para arreglarnos a nosotras mismas, pero a veces, amamamos que todo lo que compartimos con ellos nos refina, estrecha y suaviza nuestras “esquinas duras”. Como una madre joven, sabía que era tiempo de ser responsable y que debía encarrilar mi vida.

2.- Nos ajustamos fácilmente
Seremos jóvenes, pero por suerte no tenemos suficiente tiempo para volvernos particularmente establecidas, por lo que la maternidad puede ser una adaptación fácil.

3.- Estamos acostumbradas a quedarnos despiertas en la noche
Mientras nuestros pares están carreteando toda la noche o estudiando, nosotras hacemos lo mismos, excepto que nuestras horas son usadas para mecer y arrullar a nuestros hijos en el silencio, hasta avanzadas horas de la noche.

4.- Tenemos más energía
En teoría, somos más jóvenes y nuestros cuerpos pueden recuperarse más fácil que el de otras.

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5.- Tenemos más tiempo para ellos
Si Dios lo permite, tenemos más años para amar a nuestros hijos, más tiempo para crecer junto a ellos e incluso, para ver cómo ellos tienen sus hijos. E incluso, podremos ver a nuestros nietos tener los suyos.

6.- Nos damos cuenta de lo que realmente importa a corta edad
De pronto, las cosas que nos parecían tan “grandes” empequeñecen y nos quedamos hasta tarde mirando esos amorosos ojos de una pequeña personita, conteniendo nuestra respiración y dándonos cuenta de que colgamos de la luna y que para ellos, somos su mundo entero. Momentos como esos nos muestran lo que realmente importa en la vida. Sólo los experimentamos un poco antes.

7.- Nuestros hijos pueden definir nuestro camino con más claridad
No estamos hundidas hasta las rodillas en nuestras carreras. Simplemente estamos empezando la adultez mientras nuestros hijos nos enseñan y hacen crecer, por lo que influencian fuertemente y dirigen el llamado de nuestras vidas.

8.- Incluso, nuestros hijos nos motivan en nuestro trabajo y vida
Nuestros hijos se vuelven nuestra inspiración en el trabajo para esforzarnos más, hacerlo mejor y crecer fuertes. Pasar los primeros días de mi carrera trabajando con mis hijos ha sido mi inspiración y el motivador más efectivo de mi vida.

9.- De hecho, cambian completamente el curso de nuestras vidas
Nada me ha cambiado más que aprender a amar sinceramente a otro ser humano, mi hijo, de manera completa e incondicional. Al darle mi amor, he cambiado de manera irrevocable. Mi alma es más rica, mi corazón está mas lleno y mi amor es más libre. Mis hijos me hicieron de esta manera y no importa cuántos desafíos enfrente como una madre joven, jamás cambiaría nada.