La joven estudiante londinense, Amalie Lee (20), recibió un duro diagnóstico hace sólo tres años atrás: sufría de anorexia. De hecho, estaba tan mal nutrida que necesitaba ser hospitalizada inmediatamente. Tras ser dada de alta y volver a ponerse en pie, comenzó a retratar su proceso hacia una vida saludable en su cuenta de Instagram.
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El experimento dio resultado: hoy, su cuenta está llena de recetas sanas donde abundan las frutas y coloridas verduras, pero sin dejar de lado los antojos, además de inspiradoras fotos en las que relata su historia y hace un llamado a no caer en los desórdenes alimentarios. Sumado a una buena rutina de ejercicio, ha logrado cultivar una figura mucho más sana, como recoge la revista femenina Cosmopolitan.
“He estado documentándolo desde el principio y es raro mirar hacia atrás. La gente me sigue porque soy real y honesta”, explicó. Si bien está clínicamente sana desde la primavera (acá, otoño) del 2014, Amalie admite que la recuperación mental toma mucho tiempo más. “La idea de pasar el resto de mi vida sola, consumida por una enfermedad, eventualmente se volvió más terrorífica que pensar en recuperarme”, señaló.
“Estoy orgullosa de mi cambio físico, como pueden ver, y he estado disfrutando mi progreso”, detalló. Hoy, suma más de 58 mil seguidores en Instagram, quienes la aplauden por su fortaleza venciendo la anorexia y por ser tan valiente como para compartir su historia.
La joven compartió tres imágenes de su proceso: una del 2012, 2013 y una algo recuperada en el 2014, demostrando que los kilos no siempre son buen indicador de sufrir una enfermedad. “¿Qué tienen en común estas fotos? Un desorden alimentario (…) perder o ganar peso es sólo un síntoma. Muchas personas con desórdenes alimentarios tienen un peso normal o sobrepeso y nunca llegan al estado clínico de la anorexia nerviosa”, explica en Instagram.
“No existe algo como ‘demasiado grande’ para un desorden alimentario y no todas las personas con bajo peso tienen trastornos alimenticios ni son poco saludables. De la misma forma, tener sobrepeso no te vuelve automáticamente en alguien flojo y poco saludable. Debemos dejar de etiquetar y juzgar, y comenzar a aceptar a las personas en distintos tamaños”, concluyó.