La joven inglesa Georgia Bradley decidió irse de vacaciones con su novio a la isla de Creta, para disfrutar de las paradisíacas playas griegas. Pero mientras su hombre compraba algo de café para los dos en un local cercano, varios hombres se le acercaron con una postura bastante agresiva.
Los extraños la invitaron a tomar un trago y al rechazarlos, comenzaron a ponerse más violentos. En el preciso momento en que uno la tironeó del brazo para llevársela, apareció un insólito rescatista: una perrita callejera de color negro, quien comenzó a ladrarles hasta que la soltaron.
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“Ella me salvó. Se debe haber dado cuenta de que algo estaba mal. Volví a mi departamento y ella me siguió y finalmente la dejamos quedarse. Nos conectamos instantáneamente”, explicó la joven de 25 años proveniente de Cornualles (Inglaterra) al medio inglés Telegraph.
Georgia llamó a la tierna perrita “Pepper” (Pimienta) e intentó llevarla a una veterinaria local y a un refugio animal, pero la rechazaron desde ambos lugares. Finalmente, debía regresar a su país y no podía seguirla: “Cuando nos fuimos al aeropuerto, miramos hacia atrás y Pepper estaba corriendo tras nuestro auto. Fue demoledor”, agregó.
Olvidarla no fue fácil y pronto, dejó de ser una opción: “Cuando llegamos a casa, no podíamos dejar de pensar en ella… así que tomamos el vuelo más próximo que encontramos, el cual fue dos semanas más tarde”, explicó. Cuando llegaron, la encontraron sentada en la misma playa.
Tras confirmar que era callejera, pagaron por un tratamiento en la veterinaria, le consiguieron un pasaporte y 21 días después de su cuarentena, lograron llevarla hasta su hogar en Inglaterra. No sólo su adopción fue parte de su final feliz: a pocos días de llegar allá, Pepper dio a luz a seis perritos. ¡Aww!