La joven inglesa Rachelle Friedman Chapman (29) llevaba una vida normal, hasta que un trágico accidente la dejó completamente paralizada. Fue en mayo del 2012 que una amiga la empujó a la piscina durante su despedida de soltera, quebrándole el cuello y dejándola discapacitada de por vida.
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Pero a pesar de su fuerte historia, Rachelle no se rindió: se casó con su prometido, Chris, y hace dos meses dio a luz a su primera hija, Kaylee. Hoy, quiere acabar con la imagen asexuada que se tiene de las personas paralizadas y decidió posar en lencería e incluso en topless para demostrar que sigue siendo sensual.
“De pronto, me di cuenta de que existía gente que me veía como alguien imposible de conseguir pareja y te comienzas a mirar a ti misma y a decir ‘no me gusta esto sobre mí'”, declaró en una entrevista anterior a la revista People.
“Soy muy consciente sobre el catéter (tubo que le permite eliminar la orina), ya que debo llevarlo todo el tiempo. Tengo que aceptarlo y quiero demostrarle a la gente que a pesar de que lo tengo, sólo es eso. No afecta lo que eres ni como luces”, agregó en su página de Facebook.
“Mi cuerpo cambió y su habilidad de hacer lo que yo quisiera se desvaneció. Con eso vinieron fuertes problemas sobre la imagen corporal que aumentaban con mi catéter. Vi en los medios este abrumador consenso de que la gente con necesidades especiales no pueden recibir amor, son asexuales y no son sensuales”, explicó en esta plataforma.
“Quería hacer algo no sólo para mi confianza, sino que para cualquiera en mi situación que crea que no es bello o bella por sus fallas”, concluyó. Este es el resultado:
