Hace un par de semanas, la modelo norteamericana Sarah Stage se convirtió en una celebridad de Instagram, tras compartir imágenes de su “avanzado” estado de gestación. Su figura estaba tan trabajada en el gimnasio, que a esta no se le notaban los 8 meses de embarazo e incluso, conservaba sus “calugas” y pudo continuar trabajando en pasarelas casi hasta el final.
Finalmente, el pequeño James Hunter llegó al mundo en perfecto estado y ella pudo taparle la boca a todos, ya que pesó 3,9 kilos y midió casi 56 centímetros. Ante esto, la revista Cosmopolitan quiso acabar con todos los mitos que existen en torno al ejercicio y el embarazo, conversando con la ginecóloga y obstetra Jennifer Ashton.
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Esta doctora explicó que “el embarazo no es una enfermedad” y que “necesitamos dejar de pensar en las mujeres embarazadas como si estuvieran enfermas o deformes… y entrar en la era moderna, donde se sabe que el ejercicio es seguro para una mujer esperando”, afirmó.
Así que si tienes un embarazo de bajo riesgo, te invitamos a leer todo lo que deberías saber de entrenar mientras esperas a tu bebé:
1.- Ejercitar durante la gestación no es peligroso
De hecho, es beneficioso para esta etapa, ya que reduce el dolor de espalda e hinchazón, entrega más energía, mejora el ánimo y también el tono muscular y fuerza. “El embarazo, trabajo de parto y nacimiento son eventos atléticos. Debes entrenar para estos”, afirmó la doctora Ashton.
2.- Puedes seguir haciendo cardio
No es necesario de que dejes de lado trotar o la danza. “Cualquier ejercicio que una mujer hizo antes del embarazo, puede continuarlo haciendo mientras está esperando”, agrega la ginecóloga. ¿Cómo saber que no te estás sobrepasando? Sólo haz el “test de hablar”: Si puedes hablar fuerte mientras entrenas, significa que estás bien.
3.- No debes hacer ejercicio en condiciones de calor
Ejercitar con altas temperaturas en un periodo largo de tiempo puede dañar el desarrollo del feto, así que el llamado es a evitar salir a trotar en pleno verano y evitar disciplinas que involucran el calor (como el reciente hot yoga).
4.- Si no ejercitabas regularmente antes del embarazo, no es muy tarde para empezar
Eso sí, una buena idea sería consultar con un entrenador certificado que se dedique a mujeres en prenatal o escoger disciplinas de bajo impacto como nadar y salir a caminar.
5.- Tu bebé no anda rebotando alrededor de tu útero mientras ejercitas
El bebé está protegido por el líquido amniótico, la placenta, el útero y las paredes abdominales. “Está tan cómodo ahí, que a veces el bebé no quiere decir”, explica la médico.
6.- Si ejercitas durante el embarazo y no ganas mucho peso, no significa que tu bebé no esté creciendo
La doctora Ashton recuerda el caso de la modelo Sarah Stage. Esta explica que ella ganó la cantidad de peso correcta para su índice de masa corporal y claramente, su bebé nació sin problemas.
7.- Puedes seguir levantando pesas
A menos de que seas una pesista profesional, aléjate de las pesas arriba de los 20 kilos, porque estresan tu suelo pélvico. Mientras respetes esto, estará bien. El ejercicio de brazos es importante, porque una vez que nazca el bebé, comenzarás a levantar alrededor de 3 kilos cada día.
8.- Puedes seguir ejercitando tus abdominales
No se recomiendan las abdominales clásicas, pero puedes probar con planchas o cualquier ejercicio abdominal modificado que no signifique tenderte de espaldas. También el Pilates puede ayudar en cuanto a fuerza en esta zona.
9.- Ejercitar durante el embarazo es bueno para la saludable
Redice el riesgo de cesáreas, diabetes gestacional y de preeclampsia (alta presión durante el embarazo). Además, es positivo para tu salud mental. “Es otra forma de mantener el control sobre tu cuerpo, el cual está cambiando a la velocidad de la luz”, explica la ginecóloga.
10.- Evita esquiar, andar a caballo o deportes de contacto (como el fútbol)
Porque te expones a golpes y caídas a alta velocidad.