Una joven rumana de 18 años, identificada como Anna Ursu, era una amante de las fotografías, y sobre todo de las selfies.

Un día se dirigió junto a una amiga hasta la estación de Iasi, en Rumania, para subirse al techo de un tren y tomar una captura extrema.

Lamentablemente las jóvenes no pensaron en lo peligroso que resultaría esto, sobre todo por el campo eléctrico que rodea las líneas de alta tensión.

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Anna comenzó con su aventura y logró subirse al techo del tren, pero para su desgracia entró en contacto con una corriente de 27.000 voltios que hicieron que su cuerpo ardiera en llamas. En tanto su amiga salió expulsada debido a la fuerte descarga, según informó el medio español ABC.

Pese a que un hombre intentó ayudar a Ann sus esfuerzos fueron en vano, no obstante posteriormente fue derivada a un hospital en un helicóptero, y con el 50% de su cuerpo quemado, y junto a su amiga, publicó Daily Mail.

Anna no pudo ser salvada debido a la gravedad de las heridas. En tanto, la otra joven, de 17 años, actualmente se está recuperando en el hospital. Según narró a la policía, ellas querían tomar la “última selfie” y no habían pensado en el peligro que les resultaría conseguirlas.