Parece una historia sacada de una película de Hollywood, pero pasó en Santiago de Chile: ocurrió el 2012, cuando el joven abogado Felipe, de 26 años, leía en el metro rumbo a su hogar. De pronto, se dio cuenta que una mujer de cabello rojo, quien iba bajando del vagón, estaba revisando el mismo libro que él. Fue tanta la sorpresa, que la llamó; ella se dio cuenta y se rieron.
Lamentablemente, el cálido momento fue roto por las puertas de este transporte cerrándose. Ella continuó su camino, pero Felipe no pudo olvidarla. Recordando la teoría de los seis grados de separación, decidió buscarla en las redes sociales usando el hastag #buscoapelirroja.
Su caso se volvió tan famoso, que fue portada de diarios y hasta lo invitaron a los matinales, como detalla el portal nacional de moda Galio: “Mi mamá me despertó al día siguiente y me dijo que están hablando de mí en el matinal. Ahí me di cuenta que la noticia era portada del diario. Todas las mujeres decían qué romántico y todos los hombres que era un psicópata”, explicó Felipe a este portal.
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“Ampliación del Campo de batalla”, de Michel Houellebecq era lo que iba leyendo Elisa, quien iba de camino a Los Andes a visitar a un amigo cuando ocurrió el encuentro. Estuvo incomunicada todo el fin de semana, hasta que el lunes sus padres le dijeron“Oye Eli, hay un tipo que está buscando a una colorina” y le leyeron la publicación en las redes sociales.
Esta supo inmediatamente que se trataba de ella, así que después de mucho meditar le envió un mensaje privado por Twitter a este joven: “Hola, soy yo”.
“Conversamos y fui viendo que era increíble… le gustaba 31 Minutos y leía Houellebecq. Era perfecta. De ahí chateamos todos los días. No trabajé nada”, relata Felipe. Decidieron juntarse y al darse cuenta que eran el uno para el otro, no se volvieron a separar.
Hoy, su historia llegó al punto cúlmine: se van a casar. “El lado bonito, es que es una historia que genera mucha buena onda. La gente siempre lo encuentra increíble y al tiro nos quieren. Ahora que nos vamos a casar siento que estamos llenos de buenos deseos. Porque es inusualmente romántico”, afirma Elisa.
