La capacidad de mantener un diálogo fluido y ameno puede marcar la diferencia en una entrevista de trabajo o en la salida a comer con alguien especial. Y aunque desde pequeños nos hacen pasar a disertar al frente de la clase, cuando el escenario se reduce a una pequeña mesa y al contacto visual directo… es fácil entrar en pánico y meter la pata.
Para evitar que esto ocurra, dejamos los tips de la Revista Time, que nos transformarán en un maestro o maestra de la conversación.
1) No siempre seas “tú mismo”
No importa si te gusta andar disfrazado de mimo por el living de tu casa o si te bañas una vez al mes para salvar al planeta: llegada la hora de ir a una entrevista tendrás que dejar de ser “tú mismo”, para pasar a ser “la mejor versión de ti mismo”. Eso no significa que estés siendo cínico o falso, sino que te estás adaptando a la situación. Así que vístete formal, sonríe y sé amable.
2) Enfatiza las similitudes
Se ha comprobado que mientras más actitudes similares tengan dos personas, más crece la atracción, tal como explican en la revista de difusión científica Creces. ¿Por qué ocurre esto? Porque el ser parecidos nos hace sentir apoyados en nuestras opiniones, reforzando la interacción.
Otro estudio que concluyó que cuando los vendedores copian el lenguaje corporal de sus potenciales clientes, logran aumentar sus ventas en un 20%. Así que cuando converses no te centres demasiado en ti mismo y empieza a ponerle más atención a quien te escucha y la forma en que se mueve y expresa.
3) Hazlos hablar sobre sus intereses
Lo que más tememos en una conversación es a quedar en silencio y sin tema para continuar. Para que esto no ocurra, en vez de preguntarte “¿De qué puedo hablar?” piensa en “¿Cómo consigo que hable de lo que le gusta?” No se necesita ser mago para lograrlo: sólo poner atención a lo que te cuentan y responder de manera activa y constructiva.
Por ejemplo: si alguien te está relatando que empezará a estudiar Gastronomía, no lo eches abajo diciéndole que le quitará mucho tiempo y dinero ni mucho menos lo ignores; lo que debes hacer es felicitar a la persona y luego hacer preguntas relacionadas a este tema (“¿Cuándo empiezas?”, “¿Dónde?”, “¿Quiénes serán tus profesores?”), siempre mirándolo directo a los ojos y sonriendo con naturalidad. Si sigues esta fórmula, nunca te quedarás sin tema y tu interlocutor se sentirá escuchado.
4) Haz que se sientan bien
Las personas prefieren a los trabajadores agradables, antes que a los competentes. Así que no te preocupes tanto de impresionar a tu próximo jefe leyendo tu largo currículum y concéntrate en que se sienta cómodo contigo.
Alabar de manera sincera o pedir consejo son formas de hacer sentir importante a la otra persona, desde tu próximo empleador hasta a un amigo.
5) Una conversación equilibrada
No domines el diálogo todo el tiempo, pero tampoco te quedes callado sin colaborar: intenta encontrar el centro. Es parecido a un partido de fútbol, donde la palabra será la pelota: si te la pasan, cógela y domínala un rato, pero luego debes devolverla. Realiza este proceso con calidez e interés genuino y verás cómo todo fluye más fácil.