Hace casi 20 años, los videos no se viralizaban de manera tan rápida como hoy en día. Por lo mismo, no pasa desapercibida la historia de un joven que protagonizó uno de los primeros virales.

Hablamos de Ghyslain Raza, quien fue conocido por mucho tiempo como el ‘Star Wars Kid’. Este estudiante era fanático de la saga de películas de La Guerra de las Galaxias, y un día decidió emular los movimientos de un Jedi en una sala de grabación de su escuela.

El tema es que olvidó borrar el video de la cámara de su colegio y otros compañeros lo encontraron. Esto ocurrió en noviembre de 2002, pero fue meses después que el video terminó en internet.

Lo llamativo es que en este tiempo no existía YouTube, tampoco Facebook, ni Instagram, por lo que el registro empezó a compartirse en distintos portales y blogs. Fue así como lo vio Bryan Dube, un desarrollador de videojuegos que tomó la escena y la editó, agregando efectos especiales iguales a los de Star Wars.

Finalmente, el 29 de abril de 2003 fue compartido en el portal Waxy.org, bautizado como ‘Star Wars Kid’, y así fue como nació uno de los primeros virales de internet.

No obtuvo fama, solo burlas

El nombre de Ghyslain Raza de inmediato comenzó a repetirse en los sitios de internet. Pero lejos de volverse popular, el joven solo recibió burlas e insultos.

El bullying fue tanto, que Raza decidió abandonar su escuela e iniciar una terapia en un centro psiquiátrico, debido al trauma que le significó una exposición mediática nunca vista en aquel entonces por el internet.

“La gente se reía de mí. Y no fue nada divertido”, dijo Raza años después al portal L’Actualité, agregando que “no importa cuánto traté de ignorar a las personas que me decían que me suicidara, no pude evitar sentirme inútil, como si mi vida no valiera la pena”.

En su momento, el bloguero Andy Baio, que fue uno de los que viralizó la secuencia, se sintió tan culpable que hizo colectas para poder comprarle cosas, como un iPod y una tarjeta de regalo de Amazon. Sin embargo, el daño ya estaba hecho.

“Espero que mi caso ayude a otras personas para que aprendan a lidiar con el acoso”, dijo Raza en su entrevista.

En su momento, los padres de Ghyslain demandaron a los responsables, pero nada cambió. De todas formas, el joven tiempo después se convirtió en abogado y quiso darle una vuelta a su problema.

Se convirtió en presidente de Patrimoine Trois-Rivières, una fundación que se dedica a la conservación de su ciudad natal, Trois-Rivières, en Canadá, y donde justamente guía a personas que también pasaron por lo mismo que él.