Una conmovedora, pero a la vez preocupante escena, se vio en Brasil, cuando los trabajadores de una veterinaria vieron que un perro callejero se acercaba tímidamente al lugar.

Esto ocurrió en una clínica veterinaria de Juazeiro do Norte, donde un can entró visiblemente malherido al establecimiento. Primero miró desde la entrada, para luego ingresar y reposar cerca del acceso.

La cámara de seguridad del lugar logró captar que este perrito tenía un problema en una de sus extremidades. Eso fue lo que notó una de las profesionales, que se acercó para examinarlo. Al notar su lesión, de inmediato lo ingresó para revisarlo detenidamente.

“Es de la calle, no tiene dueño, vino hasta acá solo. Miré las imágenes de la cámara de afuera y lo vi tirado abajo de un árbol un poco antes de que entrara a la veterinaria”, dijo la veterinaria Dayse Silva que revisó al can.

En conversación con el portal brasileño G1, la profesional explicó que este perrito “llegó y mostró su pata, fui a ver qué le pasaba y me di cuenta que tenía sangrado en el pecho y una lesión provocada por un clavo”.

Tras realizarle un chequeo general, comprobó que la herida podría curarse, pero lo que más le preocupó fue que tenía un tumor venéreo transmisible.

“Será hospitalizado por 30 días por el tumor canceroso, va a recibir tratamiento de quimioterapia y después va a estar disponible para su adopción. Estoy muy feliz de poder ayudar, espero que pueda encontrar un buen hogar”, agregó la veterinaria.

La buena noticia es que Dayse Silva es parte de una asociación protectora de animales, por lo que decidió costear todos los gastos médicos generados de este perrito, que aún no tiene dueño, ni nombre.