El deceso del querido músico argentino, Gustavo Cerati, informado por sus propios familiares, dejó a sus fanáticos helados. Varias veces había sido dado por muerto por “chistositos” de las redes sociales, pero la persistencia del coma en que se encontraba desde el año 2010 dio esperanzas a muchos.

Lamentablemente, a las 9 de la mañana del día de hoy, su cuerpo no pudo más, muriendo a los 55 años en la clínica Alcla de Buenos Aires. Sus seguidores no paran de darle “Gracias totales” por el legado musical que dejó atrás y es llorado en Argentina y Chile por igual, lo cual no es extraño, ya que Cerati y nuestro país tienen una historia en común que se remonta a 1986.

En ese entonces el Rock Latino se había apoderado de las emisoras nacionales y Soda Stereo era el favorito de todos. Debido a su popularidad, el antiguo programa nocturno “Martes 13” de Canal 13 decidió invitarlos a tocar en vivo.

Aquella fue la primera vez pisando suelo chileno y resultó ser todo un éxito, por lo que tuvieron que agendar varios recitales en Santiago, para luego regresar al país vecino a grabar “Signos”, álbum conocido por los temas “Persiana Americana” y “Prófugos”. Con estos hitazos que volvieron a cruzar la cordillera, esta vez para participar en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar de 1987.

Aprovecharon el impulso para hacer tour por todo el país y fue así como Cerati se dejó encantar por el sur de Chile, especialmente de los volcanes y lagos que rodean a Frutillar. No fue lo único de lo que se enamoró: tras terminar su relación con Belén Edwards, tuvo la oportunidad de flecharse de Cecilia Amenábar, una bella modelo chilena.

Los tortolitos se conocieron cuando ella tenía 17 años. Después de cuatro años de profundo romance, decidieron casarse en la iglesia Los Misioneros de Pedro de Valdivia Norte. El evento terminó en una ondera fiesta en el Club de Polo de Vitacura.

El hijo de esta pareja nació en 1993 en nuestras tierras y fue llamado Benito. Luego le seguiría su hermana Lisa. Vivió un tiempo en Santiago, en un departamento ubicado en El Golf, donde compondría “Amor Amarillo”, su primer disco solista.

Sus lugares favoritos para salir a pasear eran la playa de Zapallar y el lago Vichuquén. Continuó visitándolos aunque se divorció de Amenábar en el 2002.

En 2007 volvió a encantarnos con su música en el Festival de Viña del Mar, pero esta vez como solista. Una hora y media duró su presentación, de la cual se retiró con ambas antorchas y una gaviota de plata.

Fue su gran amor por estas tierras lo que lo llevó a protagonizar el concierto “Argentina abraza a Chile”, el cual buscaba levantar al país después del terremoto del 2010. Fue un éxito total: unas 50.000 personas donaron casi 40 toneladas en alimentos, ropa, pañales, medicamentos y materiales para construcción.

“Tengo una relación especial con Chile, mis hijos nacieron allí. Tenemos que aprender de esa unión de los chilenos, nosotros tenemos nuestros terremotos, aunque de otro tipo”, afirmó el artista, tal como informa BioBioChile.

Su último concierto en Chile fue realizado en el Movistar Arena, el año 2009, en el marco de la gira “Fuerza Natural”.

Mientras que el último de todos sus recitales fue en Caracas, Venezuela el 19 de mayo de 2010. Al término de este debió ser hospitalizado de urgencia, luego de sufrir el accidente cerebro vascular que lo dejó en coma… hasta hoy. Después de toda esta historia sólo nos queda decirle “Gracias por venir”.