La enemistad entre Daniella Campos y Kenita Larraín se remonta a los tiempos en que los escándalos faranduleros eran pan de cada día. Todo habría partido por una supuesta traición de Kenita su “amiga”, al haber iniciado una relación con Iván Zamorano tras el quiebre con Campos.

Actualmente, ambas son mujeres maduras, con familia y enfocadas totalmente en sus proyectos personales, sin embargo, la “mala onda” entre ambas está lejos de acabar.

Así al menos lo dejó claro la propia Daniella en una reciente visita al Mucho Gusto, donde desclasificó un incómodo encuentro que tuvo con Larraín, en la misa funeraria del exinstructor René O’Ryan, quien falleció a causa de un devastador cáncer.

La comunicadora relató en el matinal que María Eugenia la hizo vivir una situación bastante poco agradable en medio de la misa. “No lo iba a contar, pero lo voy a contar igual. Estábamos en el funeral de René. De repente se para la María Eugenia, en el momento cuando tú te das la paz. Yo estaba al frente, al otro lado, mucho más adelante, y llega y me dice ‘¿ahora estás preparada para darme la paz?’”, partió contando en el espacio de Mega.

Sebastián Beltrán | Agencia UNO
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Para Campos el momento fue incómodo porque aseguró que fue en una instancia en que todos estaban llorando la partida del instructor de Pelotón. “Yo estaba llorando mal, estaba triste. Y fue como… Le di la mano y le di un beso, como diciendo ‘¡por favor!’. No, no le di la mano, le di un beso, y ella me dice ‘¿me vas a dejar con la mano estirada?’. Ahí yo dije ‘este no es el momento ni el lugar’”, aseguró.

Sebastián Beltrán | Agencia UNO
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Pese a este tenso encuentro, la ex Miss Chile aseguró en el programa que ya no le tiene rencor a la ahora numeróloga. “Si tú me preguntas, yo no me sentaría con ella a tomarme un café, a conversar de la vida ni a limar asperezas, porque no tenemos nada que limar, ya que no volveríamos a ser amigas. Y no le deseo mal para nada. Ojalá que tenga una vida linda, que su hija crezca preciosa, maravillosa, sana”, declaró.

Y aunque está convencida que sus peleas fueron algo de “cabra chica y de lo que todos nos reímos”, lo que pasó en el funeral de O’Ryan le dio lata. “No tengo ningún deseo malo para ella (…) Por eso lo que pasó en el funeral fue como ‘qué lata’, porque me la carga a mí y no soy yo. Pero, bueno, son situaciones”, cerró.