Cualquier persona que postula a Pasapalabra tiene como principal meta ganar el pozo final de El Rosco, sin embargo varios son los participantes que han pasado por el programa de concursos que se han llevado un importante monto de dinero sin haber pasado la etapa final.
A través de su sitio web, Chilevisión hizo un listado de los concursantes que más plata lograron recaudar por su paso en el programa, esto debido a la permanencia que tuvieron en el espacio.
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La primera de la lista es la profesora de inglés oriunda de Calama, Ledy Ossandón la que en su primer paso se llevó 12 millones, luego de esto sumó 3 millones con el Repechaje y otros 3 con su paso por la Liga de los mejores, sumando en total 18 millones de pesos.
El segundo lugar del ranking es de Eduardo Peñailillo y Egor Montecinos con 7 millones de pesos cada uno. El primero acumuló un millón y medio en su primera participación y 5 millones y medio en el Repechaje.
En tanto, Montecinos obtuvo 2 millones en la primera etapa del programa, 4 millones y medio en el Repechaje y 500 mil pesos en la Liga de los mejores.
La querida doctora Macarena Derado se encuentra en la cuarta posición de este listado, pero a diferencia de sus compañeros, el monto total de 6 millones lo logró con su participación solo en su primer paso por Pasapalabra.
El quinto lugar quedó para Fernando Carreño, el que sumó $5.750.000 entre los 5 millones de pesos por su primera participación y 750 mil pesos al pasar por la etapa que reunió a los mejores participantes.
Alan González y Felipe Morales
Otros dos participantes que se llevaron una suma bastante considerable fueron el trovador Alan González y el profesor de Física, Felipe Morales.
González logró recaudar $5.500.000 en total: un millón y medio al inicio del programa, $2.250.000 en el Repechaje y $1.750.000 en la Liga de los mejores.
En tanto Morales obtuvo 3 millones y medio durante la primera etapa y 500 mil pesos en “La Liga”, sumando en total 4 millones de pesos.
Estos siete participantes, sin duda fueron unos verdaderos ganadores, a pesar de no llevarse el anhelado -y temido- Rosco.
