Aylén Milla es recordada como la exchica reality que pasó por varios programas de ese estilo, aunque el último tiempo estuvo alejada de las cámaras.
Actualmente se encuentra feliz en una relación con el especialista que atiende a las famosas, el médico Pablo Serrano de 34 años, dueño de la Clínica Essentiel.
Su primera salida pública la hicieron el pasado 24 de noviembre para el cumpleaños de Daniela Aránguiz, aunque él pasó inadvertido ya que los focos se centraron en la modelo, consignó LUN.
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Como era de esperar, él tenía ciertos resquemores sobre pololear con una chica del espectáculo: “Tenía muchas dudas y temor a cómo es este mundo, pero después me relajé y disfrutamos el cumpleaños”, reconoció. Por su parte, la argentina señaló que querían mantener su privacidad.
Cabe señalar que Serrano atiende a Daniela y ella le ayudó en la decoración de su centro médico.
Aylén señaló que en esta ocasión quiere hacer las cosas diferentes en comparación de sus relaciones anteriores con Leandro Penna y Marco Ferri: “Quiero una historia distinta. Pablo es súper sencillo y buena persona. No le importa mi apariencia, si ando bien o mal vestida. Valora otras cosas de mí. Transmite tanta seguridad que me tiene encantada. Es muy diferente a mis anteriores parejas que todos ya conocen. Estoy feliz con su simpleza”.
¿Cómo se conocieron?, Aylén llegó a su centro en agosto pasado para someterse a un tratamiento láser de rejuvenecimiento facial. “Me gustó de inmediato, pero me costó dos meses aproximadamente que me pescara un poco”, aseguró la trasandina.
Conquistarlo no fue nada fácil según declaró Aylén: “Me imagino que está acostumbrado a atender a muchas chicas de la TV. Y como es bonito, talentoso y le va bien, varias de ellas le deben coquetear. Yo creo que por eso no me daba bola. Fui súper sutil para acercarme a Pablo. Sabía que le gusta hacer surf y windsurf, así que le decía ‘podríamos ir a la playa’ y él se hacía el loco. Hasta que un día aceptó, fuimos a Matanzas y, bueno, aquí estamos”.
El médico ya conoció a la mamá de su novia cuando vino a Chile e incluso le borró las ojeras, confesó la modelo.
Por su parte, Serrano confesó que al principio le costó relajarse con su relación: “Me frené mucho, sentía que no iba con mi personalidad estar con una chica reality. Era un prejuicio mío. Creía que teníamos estilos de vida muy diferentes y, además, estaba bien sin pareja. Pero al ir conociéndola, se me fue quebrando todo el esquema de prejuicios que había armado y me dieron ganas de seguir conociéndola, de salir con ella. Igual que yo, ella disfruta mucho la vida outdoor, tener contacto con la naturaleza, conversar, tomar un rico té verde, conversar”.
Pero nunca vio un reality, por lo que no conocía a Aylén, “de hecho, la primera vez que vino a la consulta no la ubicaba. Ella me dijo que quería hacerse unos retoques, que hiciéramos un canje. Me metí a su Instagram y empecé a cachar quién era”.
