En abril de 2014 el periodista Ítalo Passalacqua sufrió un grave accidente automovilístico que lo dejó en coma durante un mes y con una ardua rehabilitación, y desde entonces su vida ya no fue la misma.
A fines de ese año, el crítico de espectáculos volvió al programa SQP, sin embargo, su estado de salud no le permitió continuar tanto rato y en septiembre de 2015 abandonó nuevamente el espacio.
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Fue recién en julio de 2016 que el panelista se reintegró al programa de farándula y allí permaneció varios meses hasta que finalmente salió de pantalla y desde entonces no se ha vuelto a saber de él ni de su estado de salud.
Eso hasta que este martes en el matinal Bienvenidos mostraron una entrevista que le realizó su amigo y excompañero de trabajo Juan Pablo Queraltó, donde se pudo ver cómo está viviendo actualmente el destacado periodista, junto a su pareja, Patricio Herrera, en una casa ubicada en Mantagua, Región de Valparaíso.
La recuperación de Ítalo no ha sido la mejor, y es que contrario a lo que se esperaba, su estado de salud decayó y hoy en día no puede realizar ninguna actividad por sí solo, por lo que su pareja tiene que asistirlo mañana, tarde y noche en todas sus necesidades.
Por otro lado, existe un tema económico que también los tiene preocupados, pues según Patricio, la situación está tan crítica que si no solucionan algunos problemas podrían estar en quiebra en menos de un año.
En conversación con Queraltó, su fiel compañero contó que debe tomar bastantes remedios que son ‘carísimos’, que usa pañales y prácticamente pasa el día encerrado porque el ánimo del opinólogo no es el mejor. Además de eso, reveló que son muy pocas las personas que lo han ido a visitar o que lo llaman por teléfono, algo que él lamenta profundamente.
En ese sentido, se sinceró y señaló que a veces le dan ganas de ‘tirar la esponja’. “En este último tiempo estoy cometiendo más errores que aciertos y eso me hace dudar si seguir en este cuento o no. Mi pena es que yo pensé que iba a haber alguien, como algunos de sus amigos que prometieron que lo iban a ayudar, amigos de él que le dijeron que iban a estar, familiares, el Ítalo tiene primos y familiares, pero nada. De repente llaman, pero no vienen. A mí me cuesta mucho sacarlo, yo no lo puedo andar llevando a los parientes, porque me cuesta“, indicó.
Passalacqua también confesó la importancia que ha tenido la fe en este tiempo, y que la gran deuda que se llevará es no haber tenido hijos. “Me habría encantado ser papá y yo creo que hubiese sido un buen papá. A mí me habría gustado dejar encauzado a mis hijos, en lo que les gustara pero siempre apoyándolos“, indicó.
Tan crudo fue el testimonio tanto de Passalacqua como de su pareja, que Queraltó se emocionó hasta las lágrimas, debido al fuerte lazo que ambos tienen, y le regaló una fotografía donde aparecen los tres, del tiempo en que Herrera acompañaba a Ítalo todos los días al SQP.
