Daniela Ramírez es conocida en nuestro país por su trabajo como actriz en más de una decena de películas y en series y telenovelas de los distintos canales chilenos.

Su rol más reciente fue el de Amanda, en la teleserie homónima de Mega, donde interpretó a una enfermera que regresaba a su pueblo natal para cobrar venganza contra una familia acomodada, cuyos hermanos la violaron cuando era una adolescente. El drama llegó a su fin el pasado 25 de julio, alcanzando 31,6 puntos de rating y dejando a varios ‘viudos’.

El éxito de la telenovela diurna fue tal que el personaje se quedó con el corazón de miles de chilenos y la actriz se consolidó como una de las más populares del momento. Por lo mismo, Ramírez quiso aprovechar su buen momento y se lanzó con la realización de eventos, incursionando en la animación de discoteques. De hecho, cuatro días después del final de Amanda, Daniela llegó hasta la discoteque Coyote Saloon, en San Vicente de Tagua-Tagua, para liderar un show de 30 minutos que incluyó un concurso de escenas de teleseries y fotos con todos los presentes, consignó LUN.

En ese centro nocturno el éxito fue tal que su dueño, Mauricio Canales, aseguró que la clientela aumentó un 20%, y aunque no quiso revelar el monto que le pagaron a la actriz, el periodista Michael Roldán reveló en Intrusos, el pasado 31 de julio, que la intérprete recibió 1 millón 800 mil pesos.

No obstante, esa cifra habría subido considerablemente debido a la alta demanda, ya que Suro Solar, de la agencia PW Producciones, encargada de manejar artistas para espectáculos nocturnos, aseguró que actualmente Daniela cobra entre dos y dos millones y medio y agregó: ‘Entre los actores ese es un valor mínimo porque no es su tema. Lo toman solo por el dinero. Ella está en el peak de la popularidad por Amanda. Está en pleno boom. El interés de las discotecas puede mantenerse por tres meses, pero al mes más o menos, ya los valores por presencia bajan“.

Consultada por el diario, Ramírez contestó un tanto complicada, aseguran, ya que solo indicó: “No quiero meterme en nada de eso, sorry“.