Fueron cinco meses los que Faloon Larraguibel alcanzó a vivir en Brasil, país al que llegó con sus dos hijos y su pareja, Jean Paul Pineda, a quien acompañó durante el tiempo en que jugó en el equipo de fútbol Vitoria.

Lejos de la vida cómoda y sin mayores preocupaciones que muchos pueden imaginar que tuvo la ex chica Yingo, la verdad es que para ella fueron los peores meses de su vida, principalmente luego de vivir en carne propia un violento asalto en Salvador de Bahia.

En abril de este año, la rubia junto a Pineda y sus dos hijos, Luciana (1 año y medio) y Jean Paul Jr. (8 meses), regresaban a su casa en auto, cuando tres tipos se cruzaron en su camino a bordo de una camioneta y los apuntaron con pistolas. En ese momento pensó que iba a morir. “Saqué a mi hija Luciana del auto y Jean Paul sacó a mi otro hijo de la silla. Todo mientras estos tipos nos apuntaban en la cabeza y gritaban“, recordó Faloon en el matinal Sabores de Zona Latina, donde oficia como coanimadora hace dos semanas.

Y es que la traumática experiencia no quedó solo ahí, pues la comunicadora nunca pudo superar el miedo durante los meses que siguió viviendo en ese país. “Paul se tenía que concentrar, me quedaba sola en la casa y yo estaba aterrada. Sentía los ruidos de los autos y me daba miedo. No dormía casi nada y eso que el condominio donde vivíamos era súper seguro. No salí de la casa en los dos meses antes de volver a Chile. Le decía a Paul, llorando, que quería irme de ahí“, relató a LUN.

Fue por lo anterior que el futbolista decidió adelantar el fin de su contrato para volver pronto a Chile. El 20 de junio la rubia pisó suelo nacional y aseguró sentirse mucho más segura, pese a la delincuencia. “Conozco mi país, su gente y es lejos mucho más seguro vivir aquí que en Brasil. Más allá de las cosas que pasan siempre, acá se puede confiar, incluso en la policía; allá hay que pagar hasta para hacer una denuncia“, agregó.

Por último, respecto a su regreso a la pantalla chica, Faloon comentó estar feliz pues echaba de menos trabajar y preocuparse de ella como mujer, ya que durante todo este tiempo se ha dedicado solo a ser mamá, algo que si bien le encanta, también le agota. “Echaba de menos ser yo misma (…) las tres horas que tengo que salir a trabajar al programa, me sirven para desestresarme de la casa. Son horas para mí, en que volví a maquillarme, a arreglarme, a usar tacos. Es imposible estar en la casa arreglada cuando estás a cargo de dos hijos“, sentenció.