En 2014 el recordado participante de Protagonistas de la fama, Jorge Olivares, se fue a Jackson Hole, Wyoming, Estados Unidos, para comenzar su minipyme llamada Patagonia Paiting.
Allí no sólo encontró estabilidad laboral sino también el amor, de la mano de Briana Spencer, una profesora de español y con la que contrajo matrimonio por el civil en septiembre del año pasado.
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¿Cómo se conocieron? En entrevista con LUN, el artista circense de 35 años, contó que ambos se conocieron gracias a su hermana en una ‘cita a ciegas’, sin embargo, aseguró que ya la había visto antes comprando vino y que en ese momento sintió ‘una conexión especial’.
“Mi hermana me dijo que había conocido a una chica muy linda que me quería presentar y le dije que bueno y organizamos una comida. Cuando la vi me impresioné porque era la misma chica que había visto en el negocio. Ese día con Briana conversamos toda la noche y nos dimos cuenta que teníamos cosas en común, como que nuestros padres habían fallecido. Esa misma noche quedamos en vernos al día siguiente”, continuó.
Desde ese momento que la pareja siguió viéndose, pero no fue hasta que la chica le dijo que quería hacer un viaje a México por su profesión que Olivares decidió pedirle matrimonio.
La boda se llevó a cabo este sábado y la fiesta fue a bordo de un barco en el lago Winnipesaukee. Según contó al mismo medio, “hacer una celebración era costoso, por eso decidimos esperar. La mamá de mi esposa pagó la fiesta y pudimos hacer esta ceremonia, con celebración incluida”.
“Es lo más bello que he vivido”, expresó.
Jorge contó además que ellos mismo hicieron varias cosas para intentar abaratar costos. “Busqué las flores e hice los arreglos para las mesas y el ramo de mi esposa. Mi mamá le hizo el vestido de novia a Briana”.
A la fiesta llegaron cerca de 150 invitados, quienes “vinieron de diferentes lugares incluyendo Chile”, pero no asistieron amigos por la distancia, aunque no descartan poder celebrar con ellos.
Sobre los detalles de la boda, Olivares contó que bailaron algo de forma improvisada, pues no tuvieron tiempo de ensayar y disfrutaron de vino chileno, uno en específico, que le costó conseguir. La fiesta duró cerca de seis horas, y él mismo compartió dos bellas postales del momento:
