Podemos hablar es el nombre del nuevo programa de conversación que fue estrenado este viernes por Chilevisión, bajo la conducción de Julián Elfenbein.

El espacio tuvo un buen debut, ubicándose en la tercera posición del rating de la noche, siendo superado por dos viejos conocidos. MasterChef y Morandé con Compañía.

En redes sociales, en tanto, el formato tuvo un buen recibimiento, pues valoraron el dinamismo y lo ameno que fue conversar sobre las experiencias de vida de los invitados a esta primera entrega: Amaro Gómez-Pablos, Lily Pérez, Miguelo, Javiera Acevedo, Luis Gnecco y Gaby Hernández.

Y fue esta última quien se robó gran parte del protagonismo de la noche, cuando en una de las dinámicas del programa, hizo una confesión que dejó a varios sorprendidos, tanto en la casa como en el estudio.

La pregunta era ¿quién de los presentes ha experimentado con drogas duras? Por lo que la actriz no tuvo problemas en revelar que durante su juventud experimentó con drogas duras y alucinógenas cuando vivió fuera de Chile junto con su esposo. Eso sí, aseguró que jamás sintió adicción por ellas.

He consumido cocaína y hongos alucinógenos en Oaxaca, cuando viví en México“. Sobre su experiencia con hongos reconoció que “fue maravillosa”.

Respecto a la cocaína, aclaró que han sido pocas veces, pues como es hipertensa y tiene solo un riñón, podía ser un tanto “complicado”. Aun así, consideró que fue una buena experiencia. “No la he probado tanto pero sí la he probado. Y es como si tuviera un despertador adentro. Una taquicardia que digo ‘qué rico’ pero pero me digo que no lo tengo que repetir. Han sido pocas veces, porque me da susto de irme ‘al patio de los callados’”, agregó.

Gnecco no se quedó atrás y confesó que además de haber consumido marihuana en su juventud, “abusó” de la cocaína, señalando que “en momentos de mi vida se me disparó un poco”, pero lejos su experiencia más ‘extrema’ fue en España, donde consumió heroína unas “dos o tres veces.

Miguelo y Amaro también reconocieron algunos consumos pero nada que los haya marcado tanto. El primero aseguró que por su personalidad prefería estar sin nada en el cuerpo; y Amaro contó una experiencia que vivió en Brasil probando yopo.