Anoche, se vivió uno de los episodios más tensos desde que el programa de cocineros aficionados está al aire. Lo que debía ser un programa especial de Navidad cargado a la amistad y buenas acciones, terminó en todo lo contrario.

Tras sortear la prueba por equipos en que tuvieron que cocinar un almuerzo navideño para un grupo de 35 bomberos, el equipo rojo capitaneado por Alejandra perdió el duelo, por ende, se fueron a la fatídica prueba de eliminación, una de las más complejas de todas.

De buenas a primeras, parecía una competencia relativamente sencilla, pero ninguno de los candidatos a dejar el concurso lo hizo bien. La preparación: coloridos y sabrosos cupcakes.

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Yendo al grano, nadie destacó con su receta, y Marco y Óscar fueron los peores. Mientras los jurados probaban sus ‘quequitos’, se vivieron los pasajes más polémicos y humillantes del capítulo.

La primera víctima fue Óscar, que por lo general destaca con sus platos, sin embargo en esta oportunidad fue todo lo contrario, a tal punto que Ennio Carota, escupió en la basura el cupcake del chef amateur, desatando la impresión de todos en el estudio. Sin duda, fue un momento desagradable, considerando la falta de respeto que representa botar los alimentos.

“Mucha grasa. No se levantó. Mucha azúcar. Desagradable”, señaló el extravagante italiano, que por lo general brilla por ser de los menos duros a la hora de evaluar.

El segundo afectado con la acidez del jurado fue el ex futbolista Marco Olea. Con un plato nada atractivo en sabor y presentación, ‘Chris’ Carpentier comparó su cupcake con excremento de perro. Así, tal cual.

“Pesa como 60 kilos mi perro. Anda por ahí con los regalos que deja en el jardín… ¿Qué pasó? ¡Pero Marco!”, fueron las palabras del chef que descolocaron a Olea y al resto de los concursantes, según informa el portal de espectáculos Glamorama.

Finalmente, el calvo concursante abandonó el concurso de Canal 13.