Amanda Bynes alguna vez fue una brillante estrella en el universo de las celebridades infantiles. Pero al igual que muchos otros, ahora se encuentra escribiendo el capítulo más oscuro de su vida. Esta ex ídola juvenil, no contenta con haber sido arrestada por conducir bajo los efectos de estupefacientes, dejó que alguien pagara su fianza de 15 mil dólares (casi 9 millones de pesos) y… luego desapareció del mapa.

Tal como informó el portal de cotilleos estadounidense TMZ, ni sus padres saben dónde anda. De hecho, ni siquiera estaban conscientes de que había estado tras las rejas por haber andado al volante bajo los efectos del Aderall -una droga recetada y legal, pero que no puede combinarse con la conducción-… por lo que no fueron ellos quienes pagaron por su libertad.

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Después de una evaluación psiquiátrica realizada en 2013, Bynes obtuvo un diagnóstico tan malo, que terminó bajo la tutela temporal de sus padres. Esto significó que se mudara a la casa de ellos en Orange County, California, donde estuvo varias semanas mezclando marihuana con sus medicamentos para la esquizofrenia y bipolaridad, según informó TMZ. Su familia niega que ella padezca estas enfermedades, a pesar de su historial judicial y clínico.

Hace un mes terminó esta tutela y desde entonces ha vuelto a dar tumbos por todas partes, siendo su arresto la gota que colmó el vaso. Hoy, su paradero se desconoce, aunque su padre Rick intuye que podría estar en Nuevo York. Otras fuentes de TMZ apuntan a que estaría en el área de Hollywood. Mientras que la teoría más preocupante que se maneja es que esta actriz estaría alejada consumiendo una gran cantidad de sustancias ilegales.

Amanda en una aparición en la corte| Dave Kotinsky| AFP
Amanda en una aparición en la corte| Dave Kotinsky| AFP

Los problemas de Bynes con la justicia y el abuso de drogas no son nuevos: en 2012 fue arrestada por conducir ebria y chocar contra un auto de la policía. Debido a esto debió acudir a cursos sobre los efectos del alcohol y fue sometida a chequeos psiquiátricos.

La última película en la que actuó fue la comedia “Easy A”, si bien es más conocida por haber protagonizado “Un gran mentiroso” y “Lo que una chica quiere”. También tuvo su propio programa en el canal Nickelodeon “El show de Amanda” e hizo la voz de “Taffy” en “Rugrats”.