El procedimiento arrojó un nuevo antecedente que podría ser clave a la hora de determinar responsabilidades en el deceso de la actriz.

El 28 de agosto la comediante Joan Rivers se sometió a un examen de rutina en el centro médico Yorkville Endoscopy, en Nueva York, sin embargo, los médicos le practicaron una biopsia luego de haber encontrado “algo” en sus cuerdas vocales, según señala el medio estadounidense New York Daily News.

Fue en esta cirugía que sus cuerdas se cerraron y su corazón dejó de latir. Acto seguido, llamaron al 911 y Rivers fue trasladada de urgencia al Hospital Mount Sinai.

Tras las primera autopsia realizada a la fallecida conductora del espacio de moda “Fashion Police”, los doctores determinaron que la operación a sus cuerdas vocales debió realizarse en un hospital, puesto que era un procedimiento arriesgado para tomarlo como ambulatorio, consigna el medio.

Si hubiese estado en un hospital cuando sucedió (el paro respiratorio), ella podría estar bien ahora“, comentó una fuente cercana al diario online.

En ese marco, la misma fuente describe que el médico que practicó la cirugía había preguntado primero si podía hacerlo, sin obtener ninguna respuesta negativa. Siendo que la misma actriz había firmado para una simple endoscopía y no para que le realizaran una biopsia.

Por último, un portavoz de la Clínica Yorkville aseguró que el centro “ha realizado 18.000 procedimientos desde que abrieron en febrero de 2013 (…) y ha mantenido un historial de seguridad excepcional que supera con creces la media nacional”, según informa el mismo medio.

Recordemos que la comediante murió a la edad de 81 años en el Hospital Mount Sinai el pasado 4 de septiembre después de haber sido estabilizada y desconectada del respirador artificial.

Aún así, la autopsia no es concluyente y se están realizando nuevas pruebas para determinar la causa de su muerte.