Raquel Argandoña volvió a las pantallas de TV+, tras ausentarse un par de semanas. Al hacerlo, contó que el motivo de su desaparición había sido porque se realizó una nueva cirugía plástica con el doctor Héctor Valdés.

La animadora se hizo un rejuvenecimiento facial y, además, se operó el cuello, en una intervención que duró siete horas.

“Quedé fantástico, al segundo día me fijé que estaba perfecto y eso que los resultados se ven a los dos meses”, comentó Raquel.

Conversamos con el especialista para conocer los detalles de este tipo de operaciones.

“Es un proceso largo desde que entra al quirófano, hay varios protocolos como poner una manta térmica para mantener temperatura, botas especiales que mantienen activa la circulación venosa de las piernas para evitar complicaciones como una posible trombosis, hay que instalar los electrodos para monitorear al corazón, luego viene el proceso en el que interviene el anestesista, para después lavar la piel, en todos estos procesos recién llevamos una hora”, relata Valdés.

La operación propiamente tal demora casi cinco horas- tiempo que para los especialistas es adecuado- para finalmente terminar con el proceso inverso, lavar la piel, despertar suavemente al paciente y ver que ya no requiere soporte extra ni asistencia.

“Son muchos los músculos del rostro involucrados, además de los tejidos subcutáneo, la musculatura, los nervios, arterias y venas a evitar durante la ejecución del tratamiento. Es un tejido ricamente vascularizado con cientos de mini vasos sanguíneos que brotan, continuamente hay que estar avanzando en los tejidos, secando, coagulando y en el fondo es un proceso que debe avanzar sin pausa”, relata el cirujano sobre el procedimiento realizado.

Sobre la intervención de Raquel, se trató de un ‘rejuvenecimiento de cuello, que incluye un levantamiento de platisma y un levantamiento de smas en el rostro’.

“La primera es una reposición del músculo plastina, que está en el cuello y la verdad que como todos los tejidos humanos está afecto al peso y a las consecuencias que genera la fuerza de gravedad”, menciona el doctor.

La segunda intervención, en tanto, es un levantamiento de smas (superficial musculoaponeurotic system), que es una membrana, pero firme que recubre todos los músculos del rostro.

“Uno toma una de las 40 que hay, se levanta y se tensa hacia arriba y eso permite que toda la zona se estire y la piel se vea mucho más tersa y juvenil”, relata el cirujano plástico.

El doctor Valdés detalla que no existe un momento apropiado para llevar a cabo una intervención como ésta, pero que suelen realizarse después de los 40 años.

“En ocasiones, por factores hereditarios, como abundantes papadas o flacidez de piel, estas operaciones suelen adelantarse. También influye mucho el clima, personas que trabajan demasiado a la intemperie, sin protección solar, sobre todo en el norte de Chile, tiene una piel tremendamente más castigada, lo mismo con personas que han abusado excesivamente del sol”, explica.

“Sin embargo, yo diría que más que un tema etario, depende de lo saludable que esté la persona para poder hacerla”, relata el especialista en estética.

Un rejuvenecimiento facial podría retroceder 8, 10, 12, 15 ó 20 años, dependiendo de la magnitud del tratamiento que escoja y los deseos de cada paciente.

“Hay quienes quieren algo más sútil y otros que que piden se obtenga el máximo de rejuvecimiento posible”, sentencia el doctor Valdés.