La Navidad es tiempo de excesos, de reuniones, de comer y de beber en muchas ocasiones un poco más de la cuenta con todas consecuencias que esto puede acarrear para nuestra salud.

Es por ello que identificar a tiempo un empacho es clave, en el caso de la comida, pero más imprescindible todavía es saber cómo afrontarlo.

Elena Pérez Montero, especialista en Dietética y Nutrición del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo de Madrid, remarca que cuando comemos más de la cuenta, solemos notarlo por una sensación de pesadez.

“Incluso podemos notar una presión en la zona de la boca del estómago o acidez, debido a que el aparato digestivo tiene que hacer más trabajo y por ello aumenta sus movimientos y la cantidad de ácido del estómago”, explica esta especialista.

Así, y a la hora de evitar un empacho, la nutricionista considera que lo mejor que podemos hacer es controlar las cantidades y masticar muy bien, con calma, ensalivando bien los alimentos, y todo ello para que dé tiempo a que nos llegue la sensación de saciedad y no se provoque el empacho.

“No hay prisa, hay que saborear y disfrutar de la comida y de la compañía”, recalca.

Una pregunta que muchas personas se hacen en estas fechas es, sabiendo por ejemplo, que vamos a ingerir mucha comida en la cena de Año Nuevo, ese mismo día apenas comen, ¿hasta qué punto esto es bueno o no en este sentido?

Elena Pérez Montero señala en primer lugar que, si el empacho es muy grande y no tenemos sensación de hambre, podemos tomar una infusión digestiva para ayudar a nuestro aparato digestivo.

“Si hemos comido mucho, y creemos que no cenando va a ser mejor, es preferible que tomemos algo ligero, como una sopa o una crema, a las que podemos añadirles una proteína como un poco de pescado o de huevo. Tenemos que diferenciar lo que pensamos que es ligero. Que la cantidad sea pequeña no implica que sea ligero, por lo que cenar un poco de jamón o de queso no es lo adecuado”, advierte.

Qué no debemos hacer frente a un empacho

Por otro lado, la especialista remarca que ante un empacho lo que no debemos hacer es tomar medicación que no nos haya recetado un médico, provocar el vómito, o tomar alcohol.

La resolución de los casos de empacho depende de cada persona, según prosigue.

“Cuando la cantidad de comida es mucha y nuestro aparato digestivo está ‘colapsado’ todo va a ir más despacio. Por ello, lo que tenemos que hacer es controlar las cantidades y comer despacio”, insiste esta experta.

A su vez, Elena Pérez Montero recuerda que no porque tomes más cantidad de comida esta se disfruta más, y si hay patologías digestivas de por medio, con ingestas excesivas podemos empeorar el funcionamiento, “por lo que el cuerpo puede aprovechar menos los nutrientes y va a ahorrar mucho más”.

“Planifica tu menú, ajústalo al número de personas y no añadas ‘por si’ o ‘para que no se queden con hambre’. Lo importante es la celebración y compartir los momentos”, concluye.