Ante el inicio del invierno, no todos tienen la suerte de contar con una secadora, o una terraza techada para secar la ropa después del lavado.

Por lo anterior, la mayoría de las personas cuelgan las prendas en tendederos al interior de sus casas.

Sin embargo, dicha práctica podría provocarnos diferentes afecciones como asma, rinitis, infecciones respiratorias y otros tipos de alergias. Eso, debido a los altos niveles de humedad que se generan dentro del inmueble.

De acuerdo a un estudio del Instituto de Investigación de Arquitectura Ambiental Mackintosh de Glasgow (Escocia), tanto la humedad, como el ambiente templado de la casa, son el espacio perfecto para que proliferen hongos, moho y ácaros, no solo en los muebles, sino que también en las prendas que posteriormente usaremos.

Dentro de los análisis, se halló un tipo de espora, la cual estaba presente en el 25% de las casas analizadas en el estudio, y que era la responsable de las infecciones pulmonares en pacientes inmunodeprimidos.

De igual forma, la Sociedad de Asma de Irlanda evidenció que respirar dichas células producidas por ciertos hongos, podían desencadenar un ataque de asma o empeorarla, en aquellas personas diagnosticadas.

Ropa mojada colgada
Contexto | Pexels

El profesor Denning del Centro Nacional de Aspergilosis en Manchester, explicó al diario electrónico The Huffington Post, que una carga de ropa lavada contiene casi dos litros de agua que se liberan en la habitación.

“La mayoría de nosotros somos inmunes al hongo, pero en los que padecen asma, puede producir tos y sibilancias“, señaló.

Asimismo, en personas con sistemas inmunitarios débiles o dañados, como pacientes con cáncer que se someten a quimioterapia, personas con VIH o que tengan una enfermedad autoinmune, “el hongo puede causar aspergilosis pulmonar, una afección que podría generar daños irreparables y, en ocasiones, fatales en los pulmones y los senos paranasales“.

Según explicó la Dra. Verónica López Couso, del servicio de alergología del Hospital Sanitas CIMA, al diario electrónico La Vanguardia, por esos motivos no es adecuado tender la ropa húmeda al interior de la casa, considerando la evaporación del agua que se produce en las prendas.

“Mi recomendación, si no hay otra posibilidad, es hacerlo a primera hora del día, en un lugar amplio y ventilado, para que no se concentre la humedad. De ser posible, que la persona que presenta dicha sensibilización, no se encuentre en casa durante ese período”, agregó la experta.

También aconseja centrifugar por segunda vez la ropa, para que al tenderla no esté tan húmeda.