Uno de los temas que inquieta a las futuras madres es la lactancia materna. Si bien existen varios mitos, fue Janis Pope quien puso en la palestra la situación luego de revelar que los primeros días sintió dolor.

Recordemos que la exintegrante de Protagonistas de la Fama se convirtió en madre por segunda vez a mediados de abril, y es en sus redes sociales donde da tips sobre la maternidad.

“Cuando sabes que la lactancia duele los primeros días, pero lo sigues amamantando porque sabes que es lo mejor para él”, comenzó escribiendo junto al video.

Acto seguido sostuvo que “las primeras horas, el bebé pierde el 10% de su peso de nacido, y después lo recupera. Tu leche sí alimenta, dale tiempo. Duele, pero vale la pena”, señaló.

Para despejar las dudas al respecto, en Página 7 conversamos con María José Serrano, Académica de Campos Clínicos, del área de Enfermería de la Universidad de Las Américas.

Sobre cómo iniciar la lactancia materna, sostuvo que “dentro de las indicaciones, la OMS y UNICEF recomiendan que comience lo más pronto posible, idealmente dentro de la primera hora desde el nacimiento, independiente del tipo de parto (cesárea o natural). Siempre y cuando, tanto la madre como el recién nacido se encuentren en condiciones de hacerlo”.

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El recién nacido por instinto o reflejo natural debería comenzar a mamar inmediatamente. En ese sentido, explicó que “el primer contacto piel a piel también se considera un punto importante que favorece la lactancia, porque calma al bebé, fomenta el apego, entre otros beneficios. Es relevante entender que estas condiciones son las ideales, pero no quiere decir que si no se cumplen, la lactancia no será exitosa”.

¿La lactancia materna duele en un principio?

Al respecto, la experta es tajante en decir que “el dolor es un síntoma que aparece cuando algo en nuestro cuerpo no está bien. Por lo tanto, en ningún momento amamantar debería ser doloroso”.

De hecho, confirmó que “eso es parte de uno de los tantos mitos que hay en torno a la lactancia. Si hay dolor al amamantar, quiere decir que algo no anda bien en el proceso. El dolor, que se da principalmente en los pezones cuando se inicia la lactancia, se debe en la mayoría de los casos a problemas en el acople del recién nacido al pecho”.

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En caso de que duela o exista algún malestar, Serrano precisó que se debe consultar de inmediato al médico de cabecera.

“Este podrá determinar el origen del dolor y buscar la forma de corregirlo y entregarle las herramientas a la madre, para detectar cuándo es algo normal y cuándo no lo es, en lo que respecta a la lactancia”, señaló.

Consejos para que bebé amamante

“El recién nacido sabe por instinto qué se debe hacer desde el momento en que nace, no necesita estímulo”, comentó de partida la experta.

A renglón seguido, detalló que “si se deja en contacto con el pecho de la madre, buscará de forma instintiva acoplarse al pecho, ya que estos reflejos primitivos innatos le ayudan a sobrevivir, obteniendo el alimento a través de la succión, entre otros beneficios que trae consigo la lactancia materna”.

Sin embargo, recalcó, hay veces en que es necesario que “se apoye a la diada (madre-hijo) en este proceso, porque hay factores externos que hacen que se dificulte. El acople es una de las principales dificultades que se presentan y que se traduce en dolor debido a las heridas que se hacen en el pezón producto de la succión de los bebes”.

En términos prácticos, para alcanzar un acople y succión adecuada, se pueden seguir los siguientes consejos:

La madre debe sujetar el seno con la mano en forma de C.
Estimular con el pezón los labios del lactante para que abra la boca.
Acercar al bebé hacia el pecho de tal forma que el pezón y la mayor parte de la areola queden dentro de su boca.
Cuando el lactante abra la boca se debe empujar contra el cuerpo de la madre y no al revés.

Otro mito de la lactancia: métodos previos

Serrano es enfática en decir que “uno de los grandes mitos que está muy arraigado aún en nuestra sociedad es que nos dicen que debemos preparar los pechos, antes del nacimiento del bebé, para que este pueda agarrarse del pecho de mejor manera”.

Ante esto, aseguró que “estas prácticas podrían traer más riesgos que beneficios. La estimulación enérgica del pezón puede estimular la producción de oxitocina, hormona que está relacionada con las contracciones uterinas, las que podrían eventualmente producir un parto prematuro”.

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Sobre la utilización de cremas o productos en los pezones, se puede agregar que no están contraindicados. “Tampoco garantizan que no haya grietas o molestias, ya que esto corresponde netamente a la manera en que el bebé se agarra del pecho”, dijo.

En caso de que la mujer no pueda amamantar, lo más recomendado es buscar ayuda, ya sea con su matrona, enfermera o incluso con una asesora de lactancia. Con esto, se pretende encontrar el origen del problema y llegar a la solución más adecuada.

“Otro punto que no podemos olvidar es la información. Sería ideal que todas las futuras mamás pudieran tener acceso a talleres previos al parto. De este modo ganarían más confianza, disminuirían los niveles de ansiedad y derribarían los mitos que vienen desde generaciones y que muchas veces también han resultado en la interrupción prematura de lactancias que podrían haber sido exitosas”, señaló.

Lo que no puedes hacer dentro de la lactancia materna

Finalmente, dentro de las cosas que no se pueden hacer en la lactancia “es el consumo de sustancias nocivas que son traspasadas desde la leche materna al bebé. Como por ejemplo, encontramos el alcohol, cigarros, drogas, entre otros”.

“Existen otros mitos también relacionados a este tema y que tienen que ver con el consumo de ciertos alimentos. La verdad es que todos los alimentos están permitidos, excepto aquellos prohibidos producto de alguna alergia alimentaria del lactante, establecida o en estudio”, concluyó.