Cuatro días estuvo Helhue Sukni hospitalizada en una clínica, producto de problemas respiratorios por tener líquido en el pulmón.

“Me hicieron un escáner a los pulmones, y sería algo que se metió por la garganta. Me atacó los bronquios y el pulmón. Ahí tengo líquido y pus”, indicó en aquella oportunidad.

Precisamente, lo que tuvo la abogada fue un edema pulmonar. Para ahondar en el tema, en Página 7 conversamos con Beatriz Arteaga, directora de la escuela Técnico de Nivel Superior de Enfermería de la Universidad de Las Américas.

De partida, comentó que un edema pulmonar “es una enfermedad que se caracteriza por el aumento o exceso del contenido líquido del tejido pulmonar, precisamente del intersticio o espacio interalveolar y alveolar”.

De hecho, reveló que “puede desarrollarse a través del tiempo o presentarse de forma repentina o aguda. Se manifiesta en la persona por dificultad respiratoria, sensación de ahogo, palidez, cianosis o color morado de la piel, palpitaciones, etc”.

Si bien el edema pulmonar agudo no se encuentra dentro de las enfermedades más comunes de la población general, sí posee un importante impacto debido a la necesidad de hospitalización y que muchas veces requiere de periodos prolongados de días camas en unidades de pacientes críticos.

“Se ha visto en Chile un promedio de ocupación de 7,4 días cama por este diagnóstico, en donde la mayoría de las personas, sobre el 95%, son mayores de 45 años”, explicó la especialista.

¿Cómo se produce un edema?

Arteaga explicó que existen dos orígenes conocidos que producen edema pulmonar, “la primera y la más usual, es el origen cardiogénico. Esto ocurre por un aumento de la presión de la aurícula izquierda del corazón que ocasiona, a su vez, un aumento de la presión hidráulica de los vasos capilares que producirán extravasación de líquido al tejido intersticial”.

Mientras que la segunda causa es la “no cardiogénica”, aquí señaló que “el mecanismo de producción es el aumento de la permeabilidad capilar por un daño en la membrana alveolo-capilar. Esto permite la filtración de plasma y también de proteínas hacia el espacio intersticial del pulmón.

Especificó que en estos casos hay situaciones o condiciones de salud tales como: “el síndrome de distrés respiratorio agudo (SDR), el permanecer en zonas de gran altitud, el presentar sobredosis de opioides, el tromboembolismo pulmonar, exposición a gases tóxicos, infecciones pulmonares graves, etc”.

Tratamiento de un edema pulmonar

Lo primero que se hace es abordar cuál es el origen que ocasionó el edema pulmonar. Luego, se trata propiamente tal, “para asegurar una mejor respiración, disminuyendo la hipertensión venocapilar y, por ende, el acúmulo de líquido en el pulmón”, dijo la experta.

Es el equipo médico el que decide para cada persona el tratamiento preciso, que va desde el monitoreo y manejo de la vía aérea, la oxigenoterapia, la terapia diurética, los fármacos cardio selectivos, etc.

 

Cuidados que debes tener si presentas un edema pulmonar:
– Se deben controlar periódicamente todas las enfermedades cardíacas y pulmonares presentes.
– Hay que favorecer una alimentación y hábitos de vida saludables.
– La recomendación es controlar el peso corporal y realizar ejercicios de forma frecuente.
– No fumar, no consumir sal ni alcohol en exceso.
– Mejorar o controlar el estrés.

La experta señaló que uno de los factores que afecta en que se produzca un edema es el consumo del cigarrillo. “Es un importante factor de riesgo para todas las enfermedades del sistema respiratorio y cardíaco. Por lo tanto, claramente es un riesgo para desarrollar edema pulmonar”.

Finalmente, Arteaga indicó que la condición sí puede provocar la muerte de una persona, “sobre todo si este edema pulmonar se presenta repentinamente y no es tratado a tiempo, es decir, la persona no acude al médico o a un servicio de urgencia con prontitud”.