Hoy en día las redes sociales son parte de la vida de las personas, no por nada la mayoría pasa gran tiempo frente a la pantalla de su celular.

Y con las nuevas plataformas virtuales, también llegaron los amados -y también odiados- filtros, los que moldean o transforman la realidad física de las personas, ajustándose a los falsos estereotipos de belleza que se han impuesto desafortunadamente en la sociedad.

Y lo anterior es lo que se ve en el mundo del espectáculo, donde muchas famosas y famosos recurren a los retoques digitales para aparentar un físico o facciones que no tienen.

Es por esto que la cuenta de Instagram, Belleza Falsa, revela la imagen con retoques de las figuras del mundo versus cómo realmente son.

En una publicación se puede ver a Rosalía muy distinta a cómo fue captada en realidad sin utilizar retoques.

Además, se puede ver el antes y el después de la cantante Nathy Peluso, donde se aprecia que sus labios y nariz fueron modificados.

También realizan la comparación de fotos de celebridades como Chiara Ferragni, Kylie Jenner y Emily Ratajkowski, entre otras.

Cómo influyen los filtros en las personas

Para conocer más del tema y saber por qué las personas hoy en día utilizan tanto filtro, en Pagina7 conversamos con Catalina Valenzuela, directora de la Escuela de Psicología de la Universidad de Las Américas, quien nos comentó que “su uso en fotografías permite acercarse a ciertos cánones de belleza física que se han ido instaurando socialmente, y que son imposible y alejados de la realidad”.

La experta agrega que “existe un culto a la perfección, un anhelo de ser aquello que se cree perfecto, pero al no poder serlo, entonces se busca ‘parecer’ que se es perfecto a través de la ilusión que nos entregan estos filtros, para así ser reconocido, considerado, para sentirse parte. Es la posibilidad de ser bello, hermoso, aceptado todo gracias a un click en la pantalla”.

En ese contexto, analizó que nuestra sociedad occidental ha ido instalando un ícono de mujer y hombre “ideal”, aquel que se destaca por cierta altura, peso, color de ojos, rasgos y facciones en el rostro, cierto tipo de cuerpo, que obedece a un imaginario que está muy lejos de la realidad.

“Si uno observa las campañas publicitarias, están repletas de hombres, mujeres y niños con características que no son comunes en todas las personas, más bien son excepciones a la población en la que vivimos. Hombres con abdómenes planos, mujeres voluptuosas y niños limpios, ordenados y peinados, que no se acercan a la realidad chilena, ni a la realidad del mundo”, dijo.

Agregó que “existe una escasa valoración de las diferencias, las disidencias y lo que nos es propio, como si lo que proviniera de otro lugar tuviera más valor, fuera más preciado y, por lo tanto, más deseable. Tenemos muy poca valoración de lo que nos es propio como cultura, como sociedad, aquello que nos identifica, más bien acudimos permanentemente a esos estereotipos probados, que, a esta altura de nuestra civilización, los asumimos como propios, pero no lo son”.

Cómo afectan los falsos estereotipos de belleza a los jóvenes

La especialista explica que pueden afectar la autoestima, el desarrollo de una imagen corporal sana, que finalmente termina repercutiendo en la salud mental de esos jóvenes.

“Cada día son más las personas, entre ellos los jóvenes, que sufren de trastornos de dismorfia corporal, que implica la alteración de la percepción del propio cuerpo, lo que implica que observan en el cuerpo partes que estarían amorfas, con tamaños irregulares deseando entonces ajustar o modificar esa parte del cuerpo, a pesar de su normalidad, a un estándar de belleza irreal”, señaló.

Sostiene que los falsos estereotipos de belleza instan a las personas a no sentirse cómodas, satisfechas o conformes con sus propios cuerpos, “buscando en muchos casos la cirugía para ajustar el cuerpo a este estándar”, pero señala que “ese es un camino sin retorno, ya que es imposible ser lo que no se es”.

En cuanto a cómo abordar esta problemática, informó que “hoy existen algunos movimientos y organizaciones sociales que están luchando por instalar la aceptación del cuerpo y de las personas por lo que son, abrazando las diferencias y diversidades y dejando atrás los estereotipos que nos hacen daño”.

De hecho, precisó que uno de estos movimientos es Body Positive “que nos invita a reflexionar acerca de los patrones de belleza que se nos imponen, y a la aceptación del cuerpo en todas sus tallas, pesos, estaturas y funcionalidades. Profundizando en el amor propio, la aceptación del cuerpo y el cautivar la belleza autentica”.

Para finalizar, Valenzuela indicó que hay que “lograr que los jóvenes valoren los elementos integrales de un ser humano, más allá del cuerpo que habitan, es el primer paso para el cambio. No es necesario alcanzar estándares imposibles, pero sí es necesario vivir una vida donde se acepten mis características físicas y personales por lo que son y se valore por lo que es”, cerró.