Ad portas de una nueva temporada estival, dermatólogos entregan recomendaciones para cuidar la piel frente a la radiación solar, sobre todo en casos de acné, ya que la sobreexposición podría empeorar un cuadro acneico.

El sol es uno de los compañeros favoritos del verano, sin embargo, los daños de una exposición excesiva a éste y en particular a los rayos UV son los mismos para todas las personas.

Hablamos del riesgo de contraer cáncer cutáneo, envejecimiento prematuro de la piel y manchas solares, entre otros, según afirma el Dr. Salvador Villablanca, dermatólogo de Clínica Ciudad del Mar.

La doctora Irene Araya, dermatóloga de Clínica Santa María, precisa que puede “generar un daño directo sobre la piel y ojo, al traspasar la barrera cutánea, provocando un daño inflamatorio, que es lo que se conoce como eritema o quemadura solar. Por otra parte, es capaz de producir daño en el ADN celular, generando mutaciones que pueden sobrevenir en un cáncer de piel a futuro”.

Por ello, el especialista de Clínica Ciudad del Mar afirma, debemos tener precaución a la hora de broncearnos, sobre todo las personas con acné, ya que “muchos de los tratamientos, ya sea en pastillas o tópicos ―cremas, gel, entre otros― adelgazan la piel y la dejan más sensible al sol”.

Así, y pese a que muchos pacientes con granos y espinillas tienen una sensación de mejoría de sus lesiones durante el verano, lo cierto es que una exposición solar excesiva “produce daño cutáneo que deja la piel quemada, irritada y deshidratada, lo cual estimula la producción de sebo y conlleva a un empeoramiento del acné en las semanas posteriores. Esto genera un efecto rebote que se suele manifestar al término del verano, apareciendo muchos puntos negros”.

Por lo anterior, ambos especialistas entregan algunos consejos para que las espinillas, granos y puntos negros no aumenten tras la exposición al sol durante el verano:

1.Evitar quemarse con el sol: Lo aconsejable es una exposición moderada. Se debe evitar tomar sol al mediodía y buscar la sombra de los árboles, usar sombrero de ala ancha y llevar quitasoles a la playa.

2.Usar bloqueador solar sin aceite: El número del factor dependerá de cada caso, personas morenas que se broncean bien pueden usar factor 30. Mientras que las pieles más blancas idealmente deberían usar factor 50.

3.Reaplicar el bloqueador cada 3 o 4 horas: O después de un baño en la piscina o en el mar.

4.Utilizar protectores en gel-crema o solo gel: Las cremas aumentan la oleosidad de la piel, tapan los poros y pueden irritar la dermis, empeorando el acné.

5.Continuar con los cuidados habituales: Utilizar gel limpiador, cremas hidratantes seborreguladoras, mascarillas o exfoliantes.

“Los cuidados deberán hacerse todo el año y especialmente mientras se realizan tratamientos, pues incluso el sol de otoño e invierno pueden provocar complicaciones”, concluye el especialista.