Quedan pocos días para la celebración de Halloween, época favorita y muy esperada por los niños de la casa. Una noche donde para los más pequeños, los dulces son los protagonistas, pero para los padres pueden ser una pesadilla por el gran impacto para la salud bucal de sus hijos.

Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades bucodentales afectan a la mitad de la población, y entre estas las caries son las más prevalentes. En el caso de Chile, se estima que a los 2 años existe un 20% de niños de nuestro país con caries, cifra que asciende al 50% a los 4 años y a 70% en el grupo de 6 años.

Cabe recordar que los dulces están compuestos principalmente por azúcar, uno de los factores principales que pueden favorecer la aparición de caries. Por lo mismo, previo a las fiestas, es importante tener en consideración algunas recomendaciones para prevenir caries.

“Lo que comemos durante celebraciones como Halloween puede afectar nuestra salud bucal, primero por la calidad de productos que consumimos, que son de un alto contenido de azúcares y carbohidratos y, por otra parte, por la cantidad, puesto que los niños aumentan considerablemente el consumo esos días“, señala la doctora María Fernanda de la Barra, odontopediatra y directora odontológica de la Clínica Dental RedSalud La Dehesa.

“Estos azúcares permiten que las bacterias que se encuentran habitualmente en la cavidad oral realicen un proceso que termina con la producción de ácidos que dañan el esmalte del diente y que, mantenido de forma constante y sin control, provoca la caries dental”, añade.

Por ello, agrega “se debe revisar con regularidad que no existan cavidades o lesiones en los dientes y molares, ya que en ocasiones las caries pueden causar imperfecciones en el esmalte dental que debemos identificar para detener el avance de la enfermedad”.

dulces Halloween
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Tipo de dulces y porciones

La clave, asegura la odontopediatra, está en consumir dulces que no se peguen con facilidad a los dientes, como las calugas, masticables o chicles, ya que estos dificultan la higiene dental. “Eliminar completamente el azúcar de la dieta es algo poco realista, sin embargo, es fundamental preferir dulces sin azúcar añadida, evitando golosinas que permanecen mucho tiempo en la boca, que además sean duras y ácidas”, comenta.

En esa línea, sostiene que “los caramelos ácidos son muy populares en Halloween, pero también son los más dañinos para nuestros dientes, ya que rápidamente bajan el pH de la boca y favorecen el trabajo de las bacterias cariogénicas. Por ello, si tuviésemos que escoger, de todos los dulces, la recomendación es preferir los chocolates, ya que se limpian de la superficie dentaria con mayor facilidad que otros. El chocolate negro o amargo, además, tiene menos azúcar que el chocolate de leche”.

Evitar comer dulces durante estos días suele ser un tema difícil para muchos niños, por ello, la doctora De la Barra advierte que “si van a consumir golosinas, lo importante es que no se haga durante todo el día, dado que los dientes quedan continuamente expuestos a los ácidos que provocan caries. Por lo mismo, lo ideal es que se consuman en momentos definidos, de una vez o con las comidas, por ejemplo, en reemplazo del postre. Lo peor es estar consumiendo todo el día, entre comidas“.

Beber agua y cepillarse los dientes

Es muy importante tomar agua siempre, pero cobra un rol fundamental también tras comer dulces. Así lo asegura la especialista, quien señala que “ingerir agua fluorada no solo fortalece tus dientes, sino que ayuda a prevenir caries, eliminando restos de comida y ácidos desde la boca”.

La higiene permite mantener una mejor salud bucal entre los niños, por ello, no puede olvidarse dentro de la rutina del día. Según la odontopediatra de RedSalud, la recomendación es cepillarse los dientes 20 a 30 minutos después de la ingesta de alimentos, esto para permitir al sistema recuperarse del ácido antes de eliminar los restos de comida de la superficie dentaria.

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Con respecto a la técnica de cepillado, asegura que se define de acuerdo con la edad, la motricidad y la motivación del niño, entre otros factores, pero por lo general es “muy importante asegurarse de ‘barrer’ todas las superficies y zonas de los dientes, tanto las que se ven como las que no, de manera ordenada sin olvidar ningún espacio y terminar siempre cepillando la lengua, porque es un gran reservorio de bacterias”.

Un buen cepillado debiese durar al menos 2 a 3 minutos. Además, en el caso de los niños desde los 12 años, deben hacer uso de hilo o seda dental al menos una vez al día.

Si ya hay caries o algún dolor que afecte la boca de los niños, lo ideal es visitar al dentista y examinar la cavidad bucal de su hijo para asegurarse que esté libre de infecciones o y prevenir complicaciones mayores. En ese sentido, la doctora De la Barra recalca que “si las caries no son tratadas a tiempo por un especialista, pueden extenderse a zonas más profundas y, por ende, provocar molestias, dolor, infecciones e incluso la pérdida de dientes con todas las complicaciones posteriores que ello conlleva. Por ello, es fundamental prevenir y consultar regularmente con su odontopediatra”.