Con la llegada de la primavera, comienzan las temperaturas más altas, donde el deseo de refrescarnos es constante. Es entonces que uno piensa en una rica limonada con hielo, o ensaladas verdes aliñadas con este fruto cítrico para evitar la comida caliente.

Pero resulta que muchas veces, al comprar mallas de limones en el supermercado, quedan algunos esperando en el frutero o refrigerador hasta secarse y convertirse en piedras. ¡Pero no los botes! Porque incluso en esas condiciones, son varios los usos prácticos que le puedes dar a este producto.

La corteza del limón contiene mayor cantidad de vitaminas que el jugo, pero generalmente no la consumimos directamente por su sabor amargo”, explicó a Página 7 Daniela Gómez, académica disciplinar del Centro de Atención Nutricional de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de las Américas.

“Podemos utilizar esta cáscara lavada y desinfectada en infusiones, ayudando a favorecer la digestión y evitar la distención abdominal después de almuerzo, y así reemplazar una taza de té”, añadió.

“También podemos usar la cáscara en nuestras recetas, rallándola en preparaciones dulces como bizcochos, o podemos hacer cubos de hielo para saborizar el agua, y podemos congelar esta ralladura para utilizarla en futuras preparaciones”, recomendó la especialista.

Además, se pueden hacer confites naturales con la cáscara, o aromatizar el aceite de oliva y darle un sabor diferente como aliño a nuestras ensaladas.

limones
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Otros usos prácticos

Cuando el limón está muy duro o casi seco, podemos hacer un aromatizante de ambientes natural con él, usando la cáscara y agregando otros ingredientes como romero. “Se hierve y se pone en un recipiente en el sector que deseamos aromatizar”, indicó Gómez.

Por otro lado, la cáscara puede dejarse secar en bolsas pequeñas con orificios en el clóset para generar ambientes más frescos para la ropa. Otra opción es ponerla en el refrigerador, donde evita también los olores desagradables, pues el limón absorbe los aromas de las demás comidas.

“Hemos encontrado que estas mismas cáscaras se pueden usar como productos de belleza, aplicándolas en las uñas y pies para ayudar a combatir la resequedad de la piel”, añadió la nutricionista.

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Aporte nutricional

El limón es considerado una fruta cítrica con bajo aporte energético, que destaca por su contenido en vitamina C, que tiene un efecto antioxidante. Esto, a su vez, ayuda a evitar el envejecimiento prematuro.

“Contiene pequeñas cantidades de vitaminas del complejo B, y algunos minerales como el potasio. Aporta en promedio cerca de 40 calorías por 100 gramos de porción comestible, un gramo de fibra y aproximadamente 50 milígramos de vitamina C”, explicó Daniela en la entrevista.

“Esto equivale a casi la totalidad de la recomendación diaria para un adulto, la cual es de 60 ml al día”, añadió.

Por último, advirtió que el limón ejerce una acción antioxidante, y participa también en la producción de colágeno. Ayuda en la formación de glóbulos rojos y la cicatrización.

“Como líquido es refrescante, remineralizante y alcalino; posee propiedades antisépticas”, concluyó.