De seguro en más de una ocasión has despertado con esa extraña sensación de no querer levantarte de la cama porque no tienes ánimo. Pero, ¿realmente tienes pereza o estás enfrentando un cuadro depresivo?

En este contexto, la psicóloga Brynn Johnson, experta en trabajo, detalló en una columna del sitio especializado Psychology Today, las diferencias entre esos dos conceptos, y cómo identificar por cuál de ellos estás atravesando.

En primer lugar, la especialista destaca que la depresión y la pereza tienen mucho en común, por lo que en ocasiones las personas son etiquetadas erróneamente como “perezosas”.

Según detalla, ambas condiciones afectan la motivación, la concentración, los niveles de energía y la calidad del trabajo producido.

“La diferencia es que la depresión afecta la salud mental y el estado de ánimo, mientras que las personas perezosas simplemente no están motivadas por cosas fuera de su control porque carecen de consciencia de sí mismas”, detalla Johnson.

¿Cómo identificarlo?

Desde su experiencia personal, la psicóloga define la depresión como algo mucho más “oscuro”. “Notarás que es difícil levantarte de la cama por la mañana, no porque estés tan relajado y disfrutando de tu tiempo, sino porque estás triste, abatido y te sientes desesperado“, aclara.

La pereza por su parte, es una experiencia más situacional. Es decir, algunos días puedes sentirte así porque estás cansado luego de una semana llena de tareas. La depresión en cambio puede durar meses, independientemente de cuántas horas descanses.

“Todos tenemos días en los que somos voluntaria y felizmente perezosos. Por ejemplo, cuando nos tomamos un día libre”, plantea la experta, definiendo a la pereza como “un acto de autocuidado”.

“El espacio para ver la televisión, pedir tu comida favorita, y disfrutar de un momento para respirar sin el ritmo maníaco de la vida como un empleado es absolutamente necesario“, añade.

Contexto | FreePiks
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Nunca llames perezoso a alguien que podría tener depresión

Por otra parte, Johnson advierte que la “mejor forma” de degradar completamente a una persona que tiene depresión, es decirle “perezosa”.

El lenguaje tiene poder. Cuando veas a alguien siendo perezoso en el trabajo, haz una pausa y considera cómo inspirarlo“, aconsejó en estos casos.

De igual forma, recomienda cambiar la palabra “perezoso” de tu vocabulario, ya que suele tener una connotación tan negativa que podría herir los sentimientos de alguien.

La especialista también aconseja animar a los empleados y colegas a programar bloques de inactividad en sus calendarios, nombrándolos como “tiempo para pensar” o “momentos de espacio”. “Puede parecer pereza, pero en realidad es el tiempo más productivo que puedes poner en tu agenda”, destaca.

Finalmente reflexiona que la pereza y la depresión son parte de la vida, y ninguna de ellas es buena o mala. “Trabajemos todos para aliviarnos a nosotros mismos y a los demás del juicio intenso de estas dos experiencias humanas“, concluye.