Muchas veces comer antes de acostarnos o mirar por mucho tiempo la pantalla de nuestro celular no nos permite tener un buen descanso. No obstante, es necesario saber que también pueden influir nuestra almohada y posición al dormir.

Rodrigo Beltrán, director de la carrera de Kinesiología de UDLA, sede Viña del Mar, explicó a Página 7 el tipo de almohada que deberíamos elegir.

“La almohada más recomendada para un buen descanso es la viscoelástica, al margen de la marca“, comentó, añadiendo que es importante que posea una mayor rigidez y amolde la estructura del cráneo y del cuello.

El profesional también indicó que “primero que todo hay que probarla”, verificando que “quede con un buen apoyo de hombros, de la cabeza, en la posición fetal o decúbito lateral”.

Cómo dormir y número de almohadas

Según el kinesiólogo “la recomendación siempre es dormir en posición fetal para lograr una adecuada descompresión de la columna vertebral. Esta posición nos permite relajarnos, adoptar una postura de descanso y renovar todas las estructuras que están en uso mecánico durante el día, mediante el descanso de la noche”.

Castorly Stock (cc) | Pexels
Castorly Stock (cc) | Pexels

En este contexto indicó que “dormir boca abajo, que en nuestra nomenclatura se llama posición prono, no permite un buen descanso, así como la supina, o de espalda (boca arriba), y con almohadas bajas, pues se producen trastornos y ronquidos, sobre todo si hay sobrepeso u obesidad”.

“La persona no logra descansar porque incluso despierta con sus propios ronquidos”, enfatizó a nuestro sitio.

A su vez, aconsejó que solo deben dormir con más de una almohada las personas que tienen alguna dificultad digestiva, como por ejemplo el reflujo gastroesofágico. Si este es el caso, indicó que la recomendación es “dormir con dos o tres, dependiendo de la comodidad de la persona; la idea es no producir una alteración musculoesquelética producto de demasiadas almohadas”.

Otras recomendaciones para un buen dormir

Rodrigo Beltrán entregó otras recomendaciones para conseguir un buen descanso, como “dejar de ingerir alimentos al menos una hora y media antes de dormir, ojalá dos horas antes”.

Sumado a ello, “realizar actividad física, como bicicleta, cuerda, boxeo, crossfit, ejercicio funcional, TRX, según el agrado de la persona”.

“Y si no puede acceder a hacer ejercicio, caminar, ser una persona activa en el día, lo que contribuye a un mejor descanso”, cerró.