Según un informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el consumo de té en Chile es de 1,2 kilos per cápita al año, entrando a la lista de los 15 principales países consumidores de esta bebida. 

En este contexto, Chile se sitúa en el primer puesto dentro de los países que más toman té a nivel latinoamericano, superando la popularidad del café. En promedio, serían 427 tazas de esta infusión que las personas consumen al año, de acuerdo a Euromonitor Internacional.

Es sabido que el té tiene múltiples beneficios para la salud, sobre todo el té verde, el cuál es utilizado incluso en pautas nutricionales para permitir un mejor funcionamiento intestinal. “Es una de las mejores infusiones contra el estreñimiento ya que favorece el movimiento del músculo intestinal y alivia las digestiones pesadas”, señala el medio El Español. 

Por otro lado, esta misma infusión, ha demostrado que podría tener efectos inhibidores contra variados tipos de cáncer, como el cáncer de mama.

Según consigna a la revista médica ECancer, basado en un estudio específico que se realizó en China, permitió que se encontrara un “componente principal del té verde, un antioxidante llamado epigal locatechin-galato (EGCG)”, en el que menciona que “induce a las células de cáncer de mama a la auto-destrucción. El EGCG, bloquea el crecimiento de vasos sanguíneos en los tumores, lo que los deja hambrientos de nutrientes”.

Té verde y aporte contra el cáncer
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Según diversos estudios, uno de los principales antioxidantes que puede ayudar contra el cáncer son las catequinas, las cuales, según estudios,  actúan como antiinflamatorio, tal como menciona la revista científica SCielo.

“Algunos otros mecanismos moleculares propuestos como posibles rutas quimioprotectoras del té incluyen la inducción de la apoptosis y la terminación del ciclo celular por medio de las catequinas, la inhibición de los factores de transcripción NF-kB y AP-1 (involucrados en la inflamación y en la sobrevivencia de las células cancerosas)”, explica la revista sobre este proceso, el cual es un soporte para el sistema inmunológico.

P53: guardiana del genoma y la destrucción de células cancerosas

Un nuevo estudio publicado en la revista científica Nature Communications menciona que un antioxidante del té verde permitió descubrir que la proteína p53 tiene un rol fundamental dentro de la investigación para combatir el cáncer, permitiendo así apuntar las investigaciones a otro norte y descubrir fármacos contra la enfermedad.

P53 es una proteína natural que recibe el nombre de “guardiana del genoma”, dado que puede reparar el daño del ADN o destruir las células cancerosas.

En el mismo estudio se indica que p53 tiene la cualidad de ser “supresora de tumores crucial mutado en más del 50% de los cánceres humanos. P53 promueve la detención del ciclo celular o la apoptosis como respuesta a estímulos de estrés celular, como el estrés oxidativo, la activación de oncogenes y el daño del ADN”.

Esta proteína posee la cualidad de tener diversas funciones anticancerígenas, entre las cuales está el detenimiento del crecimiento celular, dando paso a la reparación celular del ADN y el inicio de la muerte celular, que recibe el nombre de apoptosis (esto en caso de no ser posible la reparación del ADN).

El té verde posee en abundancia el antioxidante EGCG, el cuál, al entrar en el organismo, interactúa con p53 para preservar la proteína de la degradación.

La proteína guardiana del genoma se degrada al momento en el que el dominio N-terminal interactúa con otra proteína, la cuál recibe el nombre MDM2. La producción y degradación mantiene los niveles de p53 bajos.

Según consigna La Tercera, Chunyu Wang, miembro del Centro Rensselaer de Biotecnología y Estudios Interdisciplinarios, señala que “tanto EGCG como MDM2 se unen en el mismo lugar en P53, el dominio N-terminal, por lo que EGCG compite con MDM2″ añadiendo que “Cuando EGCG se une con p53, la proteína no se degrada a través de MDM2.

Por consiguiente, indica Wang, el nivel de P53 aumentará con la interacción directa con EGCG, y eso significa que hay más p53 para la función anticancerígena. Esta es una interacción muy importante”, enfatizó.

Cabe señalar que es el mismo Wang, a través de un comunicado, el que hace hincapié en que la p53 es “posiblemente la proteína más importante en el cáncer humano”.