Si estás leyendo esta nota, probablemente eres de las personas que más de una vez al día piensa lo peor sobre algún acontecimiento real o imaginario. O quizá conoces a alguien que se comporta así y quieres ayudarle.

No es extraño -sobre todo en este 2020- que constantemente pensemos en escenarios negativos cuando nos enfrentamos a algún problema. A veces la solución está en nuestras manos y no la vemos porque nos inundan los pensamientos destructivos, analizando todos los contextos posibles.

Y es que si bien los problemas pueden provocarnos dolor e incomodidad, existen fantasías catastróficas que nada aportan a nuestro bienestar y -peor aún- nos causan un sufrimiento inútil. Tal como lo señala la académica y consejera especialista en cambio de hábito de la Universidad de Washington, Meg Selig.

La especialista indica que a lo largo de su carrera ha sido testigo de cómo frecuentemente las personas desarrollan el hábito mental negativo de pensamientos catastróficos, lo que supone un gran desafío para cambiar tales conductas.

No me sorprende que los estudios indiquen que el 60 o 70 por ciento de nuestro diálogo mental sea negativo“, agrega en una columna publicada en el portal especializado Psychology Today.

En este contexto, es que la orientadora trabajó en tres ‘autodeclaraciones’ que podrán ayudar a estas personas a calmarse y seguir adelante, cuando se sientan invadidas por el caos mental.

1.- “No está pasando en este momento”

Sí, sin duda es posible que ocurra algún evento sorpresivo/catastrófico, pero no está pasando ahora. “Esta frase podría ayudarte a ver que, al menos por ahora, estás a salvo“, dice.

2.- “Pase lo que pase, puedo lidiar con ello”

Este pensamiento te recuerda que eres fuerte y tienes herramientas para salir adelante. Pensar así te entrega la determinación que necesitas para enfrentarte a los distintos desafíos que te presenta la vida. Algo que sin duda hemos aprendido bien este año.

3.- “Estoy causando mi propio sufrimiento. ¿Podré detenerme?”

De acuerdo a Selgi, la primera parte de esta frase nace en las Cuatro Nobles Verdades del Budismo. “A veces me descubro diciéndolo con sorpresa: ‘¡estoy causando mi propio sufrimiento! ¡De nuevo!’. La pregunta, ‘¿cómo podría detenerme?’, te ayuda a ver que tienes una elección”, detalla.

Evidentemente, si ocurre un problema real como un quiebre amoroso, un fallecimiento, quedarse sin trabajo, es normal atormentarte al comienzo, pero lo mejor que puedes hacer es preguntarte: “¿cómo me puedo preparar mejor para este evento?”. Para la experta, planear tus pasos de acción alivia tu ansiedad.

Por el contrario, si estás causando tu propio sufrimiento con preguntas como “qué tal si”, lo ideal es reconocer esos pensamientos negativos y recordar alguna de las frases anteriores, tomar un respiro y seguir adelante.

Cualquiera sea el escenario, es importante que si te das cuenta que no puedes salir de este círculo, hagas lo que hagas, no te desalientes. Cambiar un hábito mental es complejo y quizá necesites pedir ayuda especializada o apoyarte en personas de tu círculo cercano que actúen como refuerzos positivos.

Dejar de catastrofizar puede tomar toda la vida. Aún así, un mejor monólogo interno te ayudará a superar los ‘qué tal si’ más rápido si puedes enfocarte en tus pensamientos sobre lo que realmente te importa y está ocurriendo“, aconseja Selig.