Ruidos blancos para bebés: los pros y contras de esta práctica cada vez más popular

Probablemente has escuchado a alguna madre decir que su hijo puede dormir fácilmente solo con el sonido del secador de pelo, algo que al principio puede parecer extraño pero que es tan efectivo que incluso adultos han recurrido a lo conocido como ruido blanco.

Este corresponde -según el doctor Víctor Soto de la Sociedad Española del Sueño- a “un sonido continuo, monótono, sin cambios, que siempre mantiene la misma frecuencia. Puede ser, por ejemplo, desde el sonido de las olas o de la lluvia hasta el ruido que emite el aire acondicionado”, dijo en conversación con la revista Hola!

Lo anterior provoca que se puedan aislar determinados ruidos del ambiente que no te permiten conciliar el sueño, actuando este ruido blanco, como una barrera para poder tener un buen descanso. Así al menos lo explicó el neurocientífico especializado en audición Seth Horowitz a BBC Mundo. “El ruido blanco es literalmente una pared de energía sónica, sin patrones”, detalló.

¿Cómo actúa en los bebés?

Si bien varios especialistas recomiendan tomar esta opción para ayudar a conciliar el sueño de los más pequeños, otros aseguran que existen varias contraindicaciones al respecto.

“Cuando un bebé que está llorando lo escucha, deja poco a poco de llorar, se calma, y en algunos casos incluso llega a dormirse (sobre todo si llora porque quiere dormir y no encuentra el modo de acabar de conciliar el sueño)”, sostuvo al respecto.

A su vez, este manifestó que es ideal para los más pequeños puesto que “funciona muy bien para quienes se despiertan con cualquier interrupción repentina de sonido”.

No obstante, otros especialistas reparan en que si el menor de edad no puede conciliar el sueño y los padres recurrentemente deben aplicar estos ruidos blancos puede existir algo más profundo.

Según explicó el doctor Soto, si un niño duerme mal significa que está ocurriendo algo. “Detrás hay un motivo que le impide dormir bien, y hay que averiguarlo. En estos casos, lo mejor es hablarlo con el pediatra como un problema de salud e investigar qué es lo que puede ocurrir”, afirmó.

Dicha opinión coincide con la de la doctora Lucía Galán, quien añadió que la falta de descanso también puede afectar al desarrollo del pequeño. “Las horas de sueño influyen directamente en su lenguaje, capacidad de aprendizaje y en la aparición de comportamientos hiperactivos”, dijo.

¿Cómo lograr una buena higiene de sueño?

Para lograr el anhelado buen dormir, el doctor especialista en sueño entregó 6 consejos para que los pequeños puedan tener un descanso óptimo con o sin necesidad de aplicar los ruidos blancos.

1.- Prepara un ambiente cómodo: “Esto es favorable tanto para los más mayores como para los pequeños, que conseguirán -poco a poco- ser autónomos para dormir”, precisó el doctor.

2.- Horario para dormir: “Adquirir rutinas es muy importante para los niños, y en lo referente a irse a la cama, también. Es muy importante que, salvo casos muy excepcionales, se acuesten a la misma hora”, expresó.

3.- Sin tecnología: “Para crear ese clima propicio para conciliar el sueño, son muy útiles los cuentos. En definitiva, todo aquello que sirva para desconectar de todo lo sucedido durante el día”, dijo.

4.- Baño antes de dormir: “En ocasiones, puede tener un efecto relajante en el niño, pero si se comprueba lo contrario, tendrá que cambiarse el horario de ducha”, enfatizó el especialista.

5.- Establecer hora de la cena: “Alrededor de las 20:oo horas es un buen momento para cenar en familia, y conversar sobre todo lo que ha sucedido durante la jornada. Les ayudará a relajarse”, agregó.

6.- Sin deportes a última hora: En este punto Soto manifestó que “a pesar de la creencia común, practicar deporte a última hora de la tarde no cansa, sino que activa el cuerpo”, por lo que no se recomienda que los pequeños lo realicen antes de ir a dormir.