Más de alguna persona ha intentado perder peso sin gran éxito, pese a la serie de dietas y ejercicios que pueda aplicar, lo que muchas veces se traduce en una constante frustración.

No obstante, según el investigador de la Universidad de Valparaíso dedicado al estudio de los mecanismos que dan origen y que mantienen las enfermedades metabólicas asociadas a la obesidad, Gonzalo Cruz, hay quienes no pueden escapar a su realidad biológica.

Lo anterior, ya que de acuerdo a lo explicado por el especialista el cerebro siempre intentará volver al peso corporal inicial y en algunos casos “con propina”, puesto que existe una zona del cerebro denominada como hipotálamo, allí se integran varias señales que informan acerca de la cantidad de energía que tenemos en nuestro cuerpo.

“El sistema de la motivación y recompensa también puede influenciar nuestra ingesta de alimentos, incluso sin tener hambre”, detalló al respecto en conversación con La Tercera, ya que es esta parte del cuerpo la que envía la señal de saciedad.

Sin embargo, cuando una persona se mantiene por mucho tiempo con un exceso de peso, se generan cambios en el hipotálamo, adaptándose a las nuevas necesidades del peso corporal, por lo que las señales de este impiden que esto ocurra al disminuir el metabolismo y aumentando el hambre.

“Mientras más hambre tenemos, más recompensantes son los alimentos, por lo que la mayoría inevitablemente llega a un efecto rebote. Podríamos traducir esto como que nuestro cuerpo defiende el peso corporal cuando intentamos bajar de peso”, precisó.

¿Se puede tratar?

En eses entido el académico asegura que no todo está perdido, ya que basta solo que la persona se trate con un equipo multidisciplinario, capaz de abordar de la mejor manera la pérdida de peso. “Es recomendable que se asesoren con especialistas que los ayuden a mejorar el estilo de vida y a realizar un programa planificado de baja de peso con el fin de evitar el efecto rebote”, dijo.