¿Eres de los que se salta el desayuno? Pues deberías saber que varios nutricionistas plantean que es la comida más importante para empezar bien el día, la que además permitirá mantener regulada tu ingesta de alimentos, es decir, que no corras a buscar algo al refrigerador a deshoras.

Y para saber más sobre los beneficios de esta comida, en Página 7 conversamos con dos profesionales de la nutrición: Rinat Ratner de Clínica Alemana-UDD y Leslie Landaeta, investigadora de la Escuela de Nutrición y Dietética de la UDLA.

Según explicó Landaeta, el desayuno es importante porque “es la primera comida que te entregará energía suficiente para iniciar las actividades del día o de la jornada“.

De hecho, según indicó Ratner, hay varios estudios que mostraron que no desayunar aumenta la grasa corporal, provocan alteraciones en el metabolismo de la glucosa en insulina y, además, aumenta el LDL colesterol, también conocido como el colesterol malo.

Otros estudios han reportado menos energía cuando no se desayuna, por lo tanto, habrá menor rapidez para procesar información y más dificultades para concentrarse. Por ello, un desayuno saludable contribuye a un balance energético adecuado que permitirá controlar la ingesta a lo largo del día”, dijo Ratner.

¿Desayuno saludable?

Para Landaeta un desayuno saludable dependerá de una serie de factores y/o condiciones de una persona: “Por un lado, tenemos el estado de salud o enfermedad, ya que esto dependerá de la selección de alimentos por las restricciones que supone una condición patológica. También están los factores culturales“.

Por ejemplo, dijo la investigadora, en países europeos y africanos los desayunos se caracterizan por los frutos secos, en algunos casos con lácteos, los que son acompañados con bebidas como el té con menta o café negro.

“Otros factores para considerar es el tipo de actividad física o laboral a realizar posterior a la toma del desayuno. En casos de deportistas, se privilegiará alimentos de fácil digestibilidad pero que aporten la energía suficiente para suplir el gasto energético (huevos, pan, fruta, lácteos). Si se habla de personas con un menor gasto y aún así una condición saludable, debería regir la misma selección, pero se disminuirá el tamaño de la porción a consumir”, dijo Landaeta.

Contexto | Pixabay (cc)
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Y agregó: “Lo importante es recalcar que la selección de alimentos y el tamaño de la porción será aquella adecuada para el gasto energético de las actividades a realizar posterior al consumo de este. Disfrute su primera comida de la jornada y cuide su salud“.

Además, indicó que lo ideal es que todas las comidas tengan un horario fijo. “Los horarios fijos permitirán que el reloj biológico interno mantenga y regule de manera óptima las horas de sueños, los tiempos de alerta, y los procesos fisiológicos como la secreción de insulina”.

Por su parte, Rinat habló de forma más general e indicó que un buen desayuno debería “incluir un lácteo descremado y sin azúcar, que puede ser leche, yogurt, leche cultivada. Eso acompañado de algún pan de preferencia integral o alto en fibra, al que le podemos adicionar huevo, jamón de pavo, quesillo, palta, tomate. O podemos reemplazar el pan por algún cereal, de preferencia alto en fibra y sin azúcar”.

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¿Qué alimentos no son recomendados para desayunar?

Ambas especialistas coinciden que los alimentos que se deberían evitar son aquellos que perjudican el rendimiento de las primeras horas del día, como los altos en grasas saturadas y las frituras.

“Los alimentos no recomendados en el desayuno son los mismos que no debiéramos incluir durante el día, como son los snack salados, las galletas o productos de bollería o pastelería, alimentos altos en azúcar y sodio, como nachos, papitas, y bebidas gaseosas”, explicó Rinat.