Nada es eterno y esto también incluye a los utensilios de cocina, como sartenes, tapers y tablas de cortar. Pero, ¿cómo identifico cuándo hay que cambiarlos?

Las causas de su desgaste pueden ser muchas, como la mala manipulación al ocupar cubiertos de metal en sartenes antiadherentes, accidentes como dejar la comida demasiado tiempo en el microondas, o el exceso de uso.

En cualquier caso, hay que estar atentos a ciertas señales que nos advierten que ya es hora de renovarlos.

De acuerdo al sitio especializado Eroski Consumer, quizás las señales más evidentes ocurren cuando el utensilio deja de funcionar como esperábamos, como es el caso de las sartenes antiadherentes. Cuando se pega la comida sabemos que es momento de cambiarla.

Adicionalmente, tenemos que conseguir una sartén nueva cuando su superficie presente daños. Si está rayada, los alimentos se pegarán y será difícil de limpiar, lo que puede favorecer el crecimiento de patógenos.

Por su parte, los desprendimientos de teflón no son demasiado preocupantes en sí mismos porque se trata de un material inerte que no es digerido, aunque no es recomendable llegar a ese extremo.

También se recomienda cambiar de sartén cuando se afecte su integridad, es decir, cuando se deforme el fondo. Esto puede resultar especialmente peligroso por el riesgo de quemaduras, inestabilidad al cocinar y probabilidad de que los alimentos queden mal cocidos.

Tapers y tablas de cortar

¿Qué ocurre en el caso de un taper? Debemos fijarnos en su vida útil, hace cuánto tiempo lo tenemos y si se encuentra en buenas condiciones (que no esté rayado o no desprenda aromas).

Pero ojo, que esté muy rayado o viejo no significa que lo desechemos, siempre podemos darle otra función como la de guardar pinturas u otros artículos no comestibles.

Esto debido principalmente a que los plásticos “envejecen”, es decir, con el paso del tiempo liberan parte de sus componentes y pueden alterar la composición o características de los alimentos, como su olor o sabor.

Además, existen riesgos asociados a nuestra salud. Los rayones en un taper pueden albergar humedad o restos de comida, lo que favorece el desarrollo de microorganismos, algunos de los cuales podrían ser patógenos.

De igual modo, las tablas de cortar (ya sea de plástico o madera), deben ser reemplazadas cuando su superficie esté dañada (tenga surcos numerosos profundos difíciles de limpiar) o su integridad se haya visto afectada (si está deformada o agrietada).

Lo ideal es tener dos tablas diferentes: una de plástico para cortar carne y pescado (fácil de limpiar y desinfectar) y otra de madera dura, poco porosa y de una pieza para cortar pan y alimentos de origen vegetal (sin descuidar nunca su limpieza por el riesgo de patógenos).