Si bien las papas y cebollas se combinan muy bien en diferentes platos, definitivamente no es buena idea guardarlas juntas.

Muchas personas consideran que tienen el mismo tiempo de durabilidad, pero lo cierto es que almacenarlas en el mismo lugar, provocará que se pudran más rápido.

El culpable de este efecto es el etileno. Se trata de un gas que desprenden las frutas y verduras de forma natural y que aceleran el proceso de maduración.

Por este motivo, al guardar las papas y cebollas en el mismo lugar, solo provocarás que pierdan su color, textura, sabor e incluso que se pudran más rápido.

“Además, si las papas tienen cortes, defectos o grillos la emisión de etileno es mayor, aumentando aún más la putrefacción de las cebollas“, explica Jessica Hierro, dietista-nutricionista, al diario electrónico español ABC.

Asimismo, ten en cuenta que la cebolla tiene la capacidad de absorber el agua de la papa, “provocando no solo que se seque y arrugue antes de tiempo, sino que le aparezca moho y brotes”, agrega la dietista-nutricionista Julia Farré, al diario electrónico.

Según destacan los expertos, este efecto negativo provocado por el etileno, se produce tanto de las papas hacia las cebollas, como de las cebollas hacia las papas.

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Guárdalas correctamente

De acuerdo a los recomendando, las papas deben almacenarse en un lugar fresco, oscuro y seco. Procura que no se se expongan a la luz, ya que eso favorecerá la aparición de compuestos químicos que vuelven a los tubérculos más amargos y verdosos.

En cuanto a las cebollas, es mejor conservarlas en el refrigerador, donde pueden durar hasta dos meses. También procura no guardarlas junto a otros vegetales como los tomates, las manzanas, las fresas o paltas, ya que desprendan altas cantidades de etileno.