Debido a la pandemia ya no podemos ir a una tienda, dirigirnos al probador y comprobar si la prenda que nos queremos llevar nos queda bien o mal.

No obstante, si la compras y no te queda bien, está la opción de hacer un cambio o devolución, aunque no en todas las tiendas: algunas boutiques no lo permiten por el contexto del coronavirus.

El diseñador nacional, Pato Moreno, declaró a Las Últimas Noticias que “elegir al ojo es complicado porque todas las marcas tienen diferente tallaje y medio centímetro más o menos te calza distinto”.

“Así es muy difícil encontrar un calce ideal, casi imposible”, añadió.

Tips de diseñadores

Si estás muy complicada o complicado sobre la talla de la prenda que te quieres comprar, Moreno aconseja que “si uno tiende a usar un pantalón o camisa marca X, y me queda bien, uno podría pedir el mismo jeans u otra prenda”.

Por otra parte, el diseñador Sergio Arias recomendó asegurarse comprando “la marca que uno conoce, con los modelos que tiene, la talla que tiene. Adquirir prendas de marcas nuevas es entrar en una realidad distinta”.

Otro consejo que da es comprar con las medidas de la persona. “Medir el cuerpo, después medir la prenda y encontrar un promedio”, dijo a LUN.

cómo saber si una prenda me queda bien sin probármela
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Por otra parte, la diseñadora Emma Shakty recomienda que lo ideal es que “las mujeres pudieran tener como mínimo la medida de busto, cintura y cadera, ancho de espalda y largo de la cintura”.

“En el caso de los hombres sería medir el contorno del tórax, cintura, cadera, ancho de espalda y largo de pantalón, para así comparar medidas con la ropa de retail”, añadió.

Finalmente, aconsejó “agregar 4 centímetros más o menos por medida en el busto, cintura y cadera. En el caso de los hombres, entre 4 o 6 centímetros, dependiendo si les gusta más holgado o justo”.

Recomendaciones a las tiendas

Patricia Esparza, académica de la Facultad de Ingeniería y Negocios de Universidad de Las Américas (UDLA), explicó a Página 7 que las principales recomendaciones que se hicieron “son el higienizar frecuentemente el interior de los locales, definir rutas de tránsito de entrada y salida, exigir el uso de guantes, la toma de temperatura y la mantención de la distancia entre las personas”.

En este sentido, dijo, “la costumbre de probarse ropa queda restringida por motivos sanitarios, como también la manipulación de la misma. A ese respecto, se deben tomar medidas sanitarias continuas y extremas sobre las prendas manipuladas, que incluyen la limpieza y reposo por un mínimo de 48 horas”.

Cambio en el mercado

La profesional destacó que “esto representa un cambio drástico en el modelo de negocios respecto al contacto con los clientes, ya que hasta ahora no teníamos normas sanitarias que tuvieran el alcance en términos de involucrar a los consumidores, lo que implica un cambio de conducta de compra y una adaptación de las tiendas respecto al tránsito de los clientes en el interior y las rutas que siguen las prendas desde que se exponen en los colgadores hasta que se ejecuta la venta”.

“El comercio de vestuario debe adaptarse de manera rápida a estas nuevas exigencias sanitarias de manera que no impacte el deseo de compra de sus clientes, esto es planificar adecuadamente los espacios, los aforos máximos, las distancias de seguridad, las filas lineales, los espacios de espera frente a caja, los ciclos de higienización, los protocolos de pruebas, el display de los productos en la tienda, la secuencia de probar o manipular prendas, ayudarse por la página web para mostrar los tallajes y las medidas que involucran, quizás usar un sistema de muestra única y cuando el cliente lo solicite ir a buscar la prenda nueva a bodega”, detalló.

Finalmente y sobre los sistemas de cambios y devoluciones, señaló que “deben contemplar las condiciones habituales además de medidas de reposo en higienización de las prendas por unos días. Es probable que los cambios y devoluciones aumenten, pero hay que mitigar ese impacto de la mejor manera posible”.