De seguro has dicho “me repitió la comida” cuando sientes esa poco agradable sensación en la boca generada por el sabor/olor de los alimentos que se acaban de comer, algo que puede presentarse con mayor razón por las características de ciertas verduras y otros productos.

“Algunos alimentos contienen algunos elementos químicos que durante el proceso de digestión dan lugar a compuestos volátiles sulfurados (más conocidos como gases) (…) que estimulan los receptores de los sentidos del gusto y olfato de la nariz y de la lengua”, explicó a ABC el especialista en periodoncia, Eduardo Montero.

Por su parte, el hepatólogo Gerardo Clemente, explicó a Europapress, señaló que por lo general esto ocurre cuando se consumen alimentos grasos y/o se come en exceso y el estómago no puede cerrar “la unión con el esófago a través de la válvula Cardias, también llamada ‘esfínter esofágico distal‘”.

¿Qué alimento ‘repite’ más? Según indicó el periodoncista son:

  • Los vegetales como el ajo, la cebolla, los pimentones, la coliflor y el repollo.
  • Los embutidos como el chorizo o el salchichón.
  • Y entre los bebestibles, el café, bebidas gaseosas y el alcohol.

“Es mejor eliminar, o consumir con poca frecuencia los alimentos fritos, ricos en mantequilla, los alimentos procesados con aditivos, o la grasa de cerdo, así como las bebidas alcohólicas”, señaló el endocrinólogo, Alberto García, a ABC.

Recomendaciones

Los especialistas señalaron que hay que tener especial cuidado si esta “repetición” ocurre con frecuencia, pues apuntaría a otro tipo de trastornos como la halitosis.

Por ello, indican revisar la dieta y eliminar los alimentos que produzcan este efecto. Y si no es algo habitual, aconsejan cocinar más los alimentos proclives a generar este efecto.

Por otro lado, el doctor García señaló que el sistema nervioso también influye en el estómago, el que “está rodeado de terminaciones nerviosas”. Por lo que, el estrés y los nervios, también puede causar problemas digestivos.

Sobre combatir estos problemas con medicamentos, el doctor Clemente indicó que existen unos de fácil acceso como los antiácidos, que deben tomarse media hora o una hora después de la ingesta. Sin embargo, advirtió, “no debe tomarse bicarbonato, dado que tras el inmediato alivio se puede producir un incremento de la acidez, y si se toma en exceso da lugar a una patología general y renal”.