Varias son las afecciones a nivel emocional que muchas veces no logramos distinguir, no tomándole verdaderamente el peso a la salud mental.

Y uno de los problemas más comunes que presentan los chilenos es la ansiedad, una enfermedad que según estadísticas de un informe de 2019 de la Organización Mundial de la Salud afecta a un millón de habitantes en el territorio.

Según explica la clínica estadounidense Mayo, presentar ansiedad de manera ocasional no es un problema. Sin embargo, quienes presentan episodios de esta índole mucho más seguidos, como sentimientos repentinos de ansiedad intensa o miedo, pueden incluso verse afectados en su vida diaria.

Esto, ya que corresponden a trastornos que pueden llegar a ser complejos de manejar, durando una cantidad de tiempo prolongada e inesperada.

Según explica BioBioChile, para ser diagnosticado con esta condición, siempre se debe consultar a un especialista en salud mental, como un psicólogo o psquiatra.

Asimismo, se debe estar atento a estas señales y buscar ayuda de ser necesario:

1- Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
2- Aumento del ritmo cardíaco
3- Respiración acelerada
4- Sudoración
5- Temblores
6- Problemas para conciliar el sueño
7- Sensación de debilidad

Identificar la ansiedad

El presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), Antonio Cano Vindel, entregó una serie de recomendaciones para intentar controlar un ataque de este tipo.

1.- Informarse
Se debe manejar qué es la ansiedad, sus síntomas e identificar qué la está provocando, con el fin de poder manejar la situación, o anteponerse a los hechos.

2.- Reinterpretar el problema
En este caso, Vindel aconseja pensar en qué pasará con la sensación del miedo, y preguntarse: “si ocurriese lo peor, ¿realmente sería tan grave?”.

3.- Ver los problemas como un desafío
Asimismo, el profesional asegura que se deben observar los problemas o dificultades “como un desafío, en vez de como una amenaza”, puesto que esto ayudará a que se enfrente la situación con mayor motivación, y no así, con miedo.

4.- Técnicas de relajación
Buscar formas alternativas para calmar la ansiedad siempre es una opción. Ya sea técnicas de respiración, imaginación o musculares, mismas que ayudan a disminuir que la ansiedad se presente de otra forma.

“Cuando se entrenan estas habilidades, los problemas empiezan a resolverse (…) El paciente se da cuenta de sus errores y los corrige. Así empiezan a aliviarse los problemas”, concluyó.