Los platos de pasta son muy difíciles de rechazar y, aunque hayamos consumido la porción correspondiente, siempre tendemos a querer más.

Si bien son muy deliciosas, lo cierto es que traen consecuencias. Su alto consumo no solo engorda, sino que después de comerlas muchos sienten hinchazón, lo que puede ser bastante incómodo.

Pero no todo está perdido, pues existe una alterna más sana e igual de deliciosa con la que puedes sustituir a las pastas tradicionales: las elaboradas con harina de legumbre.

Así lo confirma Laura Parada, nutricionista del centro estético español Slow Life House. La profesional explicó al portal internacional Glamour que las pastas hechas con harina de legumbre son mucho más saludables, ya que son ricas en fibra vegetal y no contienen aditivos.

Muchas de las pastas que consumimos son hechas con harina refinada de trigo, y esta no es muy buena para nuestra salud precisamente por los aditivos que tienen. Estos permiten, entre otras cosas, prolongar su conservación.

La nutricionista señaló que la fibra vegetal y la ausencia de aditivos hace que las pastas de legumbres sean mucho más ligeras. Además, también resaltó otros beneficios, como su aporte de hierro, potasio, calcio y magnesio.

En comparación a las pastas de harina refinada, las de legumbres tienen un mayor índice glicémico, “lo que significa que elevan más lentamente los niveles de glucosa en sangre, regulando nuestros niveles de energía y resultando más saciantes”.

También, no poseen “sustancias que disminuyen la absorción de vitaminas o minerales”, nos denominados “anti nutrientes”. Además, contienen menos calorías y casi el doble de proteína, según consignó BioBioChile.

Finalmente, las harina de legumbre más recomendada es la de garbanzos y lentejas “por su sabor, textura, retención de agua y homogenización en el amasado”. Aquí, Parada aconsejó que además de las pastas, se pueden elaborar otros platos, como pan y tortillas.