Un alimento infaltable en las casas chilenas es el huevo, que nos puede acompañar en todos los alimentos del día y sirve para complementar algunas preparaciones más elaboradas.

Y para que duren frescos por más tiempo, es esencial conservarlos en el refrigerador. Sin embargo, debes tener en consideración algunos tips para que el huevo no se contamine en el proceso.

Los huevos poseen una impermeabilidad natural en su cáscara, lo que permite su conservación óptima por ello nunca hay que lavarlos antes de refrigerarlo, ya que si lo hace altera esta impermeabilidad y pueden estar contaminados con microorganismos patógenos, como la salmonella”, explicó a 24 Horas la ingeniera en alimentos y académica de la Universidad de Valparaíso, Paola Vera.

Si estos microorganismos tocan el interior del huevo “encontrará nutrientes y crecerá rápidamente, volviéndose entonces en un alimento muy peligroso si no se consume bien cocido”, advirtió Vera.

Por lo tanto, según indicó la académica, los huevos sí se deben lavar siempre pero una vez antes de que vayan a utilizar.

La forma correcta de almacenarlos en el refrigerador

Desde el Instituto de Estudios del Huevo señalan que lo mejor es almacenarlos en el refrigerador y no a temperatura ambiente, así podrán aguantar frescos más de los 28 días recomendados.

Para saber si un huevo continúa fresco, indican que “la yema debe estar alta y debemos distinguir dos zonas en la clara, una más espesa y otra más líquida. También podemos observar la forma de la burbuja del extremo más redondo del huevo, que se denomina ‘cámara de aire”.

Esta cámara “cuando más pequeña, más fresco es el huevo; si se va agrandando, es síntoma de que es más viejo”.

Una técnica para comprobar la frescura del huevo, es ponerlos a flotar en agua: si al introducirlo se queda en la superficie -es decir, flota- quiere decir que el huevo está añejo.